Quito, 2 abril. Ecuador es un barco que se hunde hoy entre la crisis política y la inseguridad, una frase que se escucha en cada rincón del país andino por estos días.
Para reafirmar esa expresión, este sábado en la noche el presidente Guillermo Lasso autorizó la tenencia y porte de armas de uso civil para la defensa personal, como parte de medidas de seguridad según dijo el mandatario.
En un mensaje a la nación en cadena nacional, Lasso autorizó el uso de aerosoles de gas pimienta así como la creación de la «Cruzada por la Seguridad», estrategia que combina el trabajo de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y la Inteligencia.
De manera inmediata, usuarios en redes sociales cuestionaron los anuncios del mandatario sudamericano y catalogaron su discurso como un mensaje claro de que el Gobierno no puede controlar la inseguridad y lo traslada a las manos de los ciudadanos.
El profesor de la Universidad Central de Ecuador Luis Córdova advirtió que el porte de armas para civiles multiplicará los homicidios, estimulará la carrera armamentista entre grupos criminales y facilitará la creación de grupos armados paramilitares financiados por gremios empresariales.
En tanto, el exministro del Interior de Ecuador Patricio Carrillo manifestó que armar a la población constituía un riesgo adicional.
Otro error forzado por las circunstancias, es la anti política pública, dijo Carrillo.
Asimismo, el abogado ecuatoriano Néstor Toro-Hinostroza se sumó a quienes piensan que una medida como esa no es la mejor en momentos en que la población vive aterrada.
Horas antes de los anuncios del gobernante, el canciller Juan Carlos Holguín anunció su renuncia alegando cuestiones personales.
En su cuenta en Twitter, Lasso hizo oficial la noticia y dio a conocer que en su lugar dirigiría la diplomacia ecuatoriana Gustavo Manrique, quien se desempeñaba como ministro de Ambiente.
La renuncia del Ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana ocurre a menos de un mes del escándalo internacional por la fuga de la exministra María de los Ángeles Duarte de su asilo en la embajada de Argentina en Quito.
Este incidente provocó la expulsión del embajador argentino Gabriel Fuks del Ecuador y del embajador ecuatoriano en Buenos Aires, Xavier Alfonso Monge Yoder.
Por si fuera poco, este viernes el ministro del Interior de Ecuador, Juan Zapata, confirmó el asesinato de Rubén Cherres, empresario amigo del cuñado del presidente Guillermo Lasso y pieza clave en la investigación por presuntos vínculos con la mafia albanesa.
Cherres, de 62 años, era considerado una pieza clave en las pesquisas sobre los supuestos nexos del Ejecutivo con el narcotráfico y con su asesinato queda en silencio mucha información al respecto.
Este escenario tiene lugar a las puertas del posible juicio político contra Lasso, acusado de malversación de fondos públicos y cuando los niveles de inseguridad y violencia en el país andino mantienen a la población bajo una incertidumbre constante.
Fuente: El Maipo/PL