Por Javier Benítez
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China reveló los detalles de la visita oficial del presidente, Xi Jinping, a Rusia. Informa que mantendrá una “comunicación estratégica” con su homólogo ruso, Vladímir Putin, sobre el desarrollo de las relaciones entre ambos países y sobre una serie de importantes cuestiones internacionales y regionales.
A lo importante
Según el comunicado de la Cancillería del gigante asiático, “el importante consenso alcanzado por los dos jefes de Estado profundizará aún más la confianza política mutua entre China y Rusia, enriquecerá la connotación de la colaboración estratégica, promoverá la cooperación práctica en diversos campos, aportará más beneficios a los pueblos de los dos países y contribuirá con más estabilidad y energía positiva a la comunidad internacional”.
Al mismo tiempo, el ministerio confirmó que Xi participará en los eventos de conmemoración de la victoria sobre el nazismo, y que la celebración del 80.º aniversario de la hazaña será un “elemento importante” de la visita.
“Xi Jinping acude a la Plaza Roja a la que Zelenski y las autoridades ucranianas han amenazado con atacarla y bombardearla el día de la celebración. Yo creo que Zelenski ha visto la presencia de muchos mandatarios, pero especialmente del mandatario chino, y creo que se lo pensará dos veces. Además, pienso sinceramente que las defensas rusas estarán preparadas para prevenir cualquier ataque. Pero no creo que ni siquiera se atrevan a atacar a la Plaza Roja o al Kremlin estando presentes todos estos mandatarios internacionales. Esta provocación se me antoja muy loca hasta para el propio Zelenski”, manifiesta el analista internacional Carlos Martínez.
Asimismo, puntualizaron que ambos mandatarios “han llegado al consenso de que recordarán conjuntamente la historia, honrarán a los mártires, promoverán una visión correcta de la historia de la Segunda Guerra Mundial, salvaguardarán el resultado victorioso de la Segunda Guerra Mundial y el orden internacional posterior a la guerra, y defenderán la justicia internacional”.
“China, como no podía ser de otra manera, un país gobernado por un partido comunista, se opone al revisionismo histórico. China es consciente del alto precio que pagó la Unión Soviética para vencer a los nazis, igual que el alto precio que pagó China para vencer al ocupante japonés”, explica Martínez.
El Maipo/Sputnik