La estatal Petroecuador afirmó hoy que acatará la decisión de la ciudadanía de suspender la explotación petrolera en el amazónico Parque Nacional Yasuní como resultado del plebiscito efectuado la víspera.
Mediante un comunicado, la empresa que opera el Bloque 43-ITT, ubicado en el área del Yasuní, señaló que esperará la proclamación de los resultados oficiales definitivos por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) para “acatar a cabalidad” la decisión popular.
El ministro de Energía, Fernando Santos, en entrevista con el portal digital Primicias, indicó que Petroecuador deberá preparar un plan de cierre de actividades en coordinación con el Ministerio del Ambiente.
Santos anticipó que solo la planificación del fin de las operaciones del campo petrolero podría tomar tres meses, “si es que no queremos causar un daño en el ambiente”.
En cuanto al impacto económico, el titular ratificó que será un duro golpe para el presupuesto, difícil de compensar, pues el Estado dejará de recibir mil 200 millones de dólares al año.
Por su parte, indígenas y activistas ambientales celebraron este lunes la decisión de la ciudadanía en las urnas de cerrar los pozos petroleros abiertos en el Yasuní, espacio de la Amazonía ecuatoriana considerado uno de los más biodiversos del planeta.
Con el 98 por ciento de las actas escrutadas, el 58,98 por ciento de la población votó a favor de suspender el extractivismo y el 41,02 por ciento apoyó la continuidad.
«Es la primera vez que un país decide defender la vida y dejar el crudo bajo tierra», aseguraron representantes del colectivo Yasunidos, impulsor de la consulta popular celebrada la víspera conjuntamente con las elecciones legislativas y presidenciales.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leónidas Iza, afirmó en una rueda de prensa que “junto a todos los problemas del mundo, no podemos cegarnos a la crisis climática, hablamos de vida, de construir una sociedad mejor”.
El líder indígena celebró también los resultados de otra consulta popular, realizada únicamente en la capital del país, donde los habitantes de Quito se pronunciaron contra la minería en el área del Chocó Andino, otra reserva de la biosfera, ubicada en el noroccidente de la urbe.
Fuente: El Maipo/PL