El 22 de enero, China suspendió temporalmente las importaciones de soja de las unidades de cinco empresas brasileñas debido a la detección de plagas y capa de pesticidas en los productos.
En un comunicado, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Abastecimiento de Brasil (MAPA, por sus siglas en portugués) informó que las empresas implicadas ya están averiguando acerca del caso y espera que demuestren lo antes posible las medidas adoptadas para evitar que vuelvan a producirse las inconsistencias encontradas por sus colegas chinos.
“Asimismo, el MAPA intensificará sus inspecciones de los envíos de soja de Brasil a China“, declara la nota.
El Ministerio también enfatizó que el asunto está siendo tratado de manera natural, considerando que las inconsistencias, como las indicadas por la parte china, pueden ocurrir en la rutina de las exportaciones, y los procedimientos para corregir eventuales descuidos son siempre importantes para el fortalecimiento de las relaciones de confianza entre ambos países.
Sin embargo, la suspensión de las exportaciones de soja de estas cinco entidades no debería perjudicar las ventas del producto brasileño en el exterior, comunicó el Gobierno de Brasil.
“Vale la pena destacar que otras unidades de las empresas notificadas continúan exportando normalmente a China, y las suspensiones se aplican solo para las cinco empresas oficialmente notificadas. Por lo tanto, los volúmenes de comercio de Brasil no se verán afectados como resultado de esta interrupción temporal“, comentó el MAPA.
De acuerdo con el informe de Bloomberg, las favorables condiciones meteorológicas y el aumento de la producción hicieron que Brasil se convirtiera en un importante competidor de EEUU en el mercado de la soja, especialmente en términos de las ventas a China.
Como consecuencia, las exportaciones de Estados Unidos de soja al gigante asiático han disminuido, lo que ha provocado un excedente de esta legumbre en el país norteamericano. El exceso causó un bajón de los precios en EEUU y despertó preocupación entre los agricultores estadounidenses.
El Maipo/Sputnik