Iván Silva Lira, economista de la Universidad de Chile cuestiona el discurso catastrofista sobre migración, economía y delincuencia que domina la campaña electoral.
Los tres ejes que han monopolizado el debate presidencial en Chile —economía, delincuencia y migración— han sido envueltos en un “clima apocalíptico artificial” que no se condice con las cifras reales del país, según advierte Silva Lira, ex asesor de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe, CEPAL, y académico de la Universidad de Chile.
Migración: cifras que desinflan propuestas populistas
Contrario al discurso alarmista, los datos oficiales muestran que el crecimiento explosivo de la migración ocurrió entre 2017 y 2018, cuando la población extranjera casi se duplicó, pasando de 746.000 a 1.301.000 personas. Desde entonces, el aumento ha sido gradual: 1.564.160 en 2021 y 1.650.000 en 2024.
“Durante la administración de Gabriel Boric, el incremento ha sido de poco más de cien mil extranjeros”, señala Silva Lira, quien además destaca que tanto el gobierno de Sebastián Piñera como el actual no han superado las mil expulsiones anuales.
Se estima que, del total de extranjeros en el país, aproximadamente 350.000 están en situación irregular.
¿Al ritmo de 1.000 o 2.000 expulsiones anuales, cuantos años tomaría “deshacerse” de esa cantidad de migrantes? O cómo lo ha dicho el Servicio Jesuita a Migrantes, en otro contexto, manteniendo un ritmo de vuelos semanales con 100 personas, se necesitarían más de 30 años para expulsar a todos los migrantes irregulares. A esto se suman costos millonarios —100 millones de pesos por vuelo— y barreras diplomáticas, especialmente con Venezuela, que ha rechazado recibir venezolanos deportados desde Chile.

Economía: recuperación sostenida y récords históricos
A pesar de que algunos esperaban que la crisis y tensión mundial debido a la guerra arancelaria-económica declarada por Trump, los conflictos bélicos existentes y el cambio climático, factores que hubieran impactado de manera desfavorable para Chile, muy lejos de aquello, el país mostró su solidez y solvencia.
Al colapso económico que algunos sectores plantean, Chile muestra una recuperación sólida. El país proyecta un crecimiento para 2025 superior al 2.5%, y no sería raro que se aproximara al 3% este año, superando el 2,5% de la tasa potencial según organismos internacionales y el Banco Central.
La que trasparentó cual sería el crecimiento esperado en su primer año de gobierno fue la candidata Matthei, que lo estimo en 3.5%. El candidato Kast ha sido más evasivo y habla de una meta del 4%.
¿Donde esta el prometido boom de crecimiento al que aspiran?
La economía chilena está en otra fase que requiere reformas estructurales para crecer más rápidamente. Mientras ello no ocurra nos seguirá acompañando la débil tasa potencial de crecimiento del 2.5%.
Durante el gobierno de Boric se han alcanzado cifras históricas: 100.000 millones de dólares en exportaciones y los mayores niveles de inversión extranjera de los últimos años, superiores a los registrados durante la administración Piñera y ello está refrendado por un sólido indicador económico: el riesgo país, que durante esta administración ha sido el más bajo de los últimos años y uno de los más bajos de América Latina. Eso es lo que explica el aumento explosivo de la inversión extranjera.
Delincuencia: tasas en descenso y comparación regional
Si bien la tasa de homicidios creció de 2 por cada 100.000 habitantes en 2010 a 6 en años recientes —aumento parcialmente asociado a la migración—, Chile mantiene una de las tasas más bajas de América Latina. Uruguay, país de desarrollo comparable, registra 10 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Los datos del primer semestre muestran una tendencia a la baja: la tasa de homicidios cayó a 2,5, evidenciando que “la delincuencia viene manejándose relativamente bien”, según Silva Lira.
“Están vendiendo humo”
El académico concluye que, en los tres frentes que la oposición presenta como crisis incontrolables, la situación está “bastante controlada”. “No creo que puedan conseguir efectos mucho más allá de lo que ya se viene haciendo”, advierte, calificando las promesas electorales como “humo” que contrasta con lo que realmente muestran las cifras oficiales.
El análisis plantea una pregunta incómoda para la campaña: ¿se está creando artificialmente una percepción de catástrofe para capitalizar electoralmente el miedo ciudadano?
El Maipo



