(Brasilia) A solo días para la apertura de la COP30, el Gobierno de Brasil afirma estar totalmente preparado hoy para acoger el evento en Belém, capital del norteño estado de Pará, del 10 al 21 de noviembre.
Las autoridades federales, junto con la administración de Pará, intensifican las acciones de infraestructura, logística y seguridad para cumplir con los estándares exigidos por la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30).
«Belém será la plataforma global para la acción climática en 2025; hemos asumido el reto de estar listos y queremos mostrar que Brasil puede liderar este proceso», declaró un portavoz gubernamental.
Elegida oficialmente para albergar el foro, la urbe amazónica representa una señal clara de que la agenda climática global pondrá un foco especial en los biomas tropicales y la recuperación del Sur Global.
Para Brasil, esta edición es una oportunidad de proyectarse como actor central en las negociaciones climáticas, conectar sus riquezas naturales —especialmente la Amazonia— con retos planetarios y reforzar sus compromisos sobre adaptación, mitigación y financiamiento climático.
El Gobierno anunció que las principales obras vinculadas al evento se concluirán antes del 1 de noviembre, incluyendo la zona de negociaciones (blue zone) y la infraestructura temporal en el parque principal de Belém.
No obstante, persisten desafíos. La ciudad requiere ampliar su oferta hotelera, coordinar transporte para delegados internacionales y garantizar accesibilidad y confort.
Aunque la agenda final aún se afina, ya se anticipan como ejes centrales la evaluación global del cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París y el establecimiento de nuevos objetivos.
También la movilización de recursos para adaptación y mitigación en países en desarrollo, así como la preservación de la Amazonia y gestión sostenible de sus recursos.
Finalmente, la integración de comunidades locales, pueblos indígenas y de los biomas tropicales en la gobernanza climática.
Con la COP30 a la vuelta de la esquina, Brasil apuesta fuerte por proyectar una imagen de país anfitrión preparado, estratégico y comprometido con la agenda del cambio climático.
Sin embargo, el éxito dependerá de que los preparativos logísticos se concreten sin contratiempos y que la conferencia traduzca las expectativas en compromisos reales.
Hasta mediados de octubre, 162 delegaciones de países confirmaron su participación en la conferencia y se espera que el número total de participantes, incluyendo delegados, representantes de la sociedad civil y prensa, alcance aproximadamente las 50 mil personas.
El Maipo/PL