(Brasilia) Brasil asume esta semana la presidencia del Mercado Común del Sur (Mercosur), con la ambiciosa meta de avanzar hacia la firma del acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) que enfrenta hoy resistencias de Francia.
Estancado desde hace años por diferencias regulatorias y presiones internas en ambos bloques, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ya dejó claro que no abandonará el cargo sin haber cerrado el pacto, considerado clave para la política exterior y el desarrollo regional.
Durante su reciente visita a Francia, Lula apeló directamente a su homólogo galo, Emmanuel Macron, para que destrabe el proceso. ´
«Abra su corazón a la posibilidad de hacer este acuerdo con nuestro querido Mercosur», le pidió en público.
Sin embargo, Macron volvió a expresar sus objeciones, centradas en la protección de la agricultura francesa y en la necesidad de mecanismos que equiparen las exigencias ambientales y sanitarias entre los bloques.
«No puedo exigir a mis agricultores que cumplan reglas estrictas mientras abro el mercado a quienes no las siguen. Así matamos nuestra agricultura y no beneficiamos al clima”, advirtió el mandatario francés, pidiendo «cláusulas espejo» que armonicen las normas.
Lula participará el jueves en Buenos Aires en la 66 Cumbre de jefes de Estado del Mercosur.
El encuentro marcará el cierre de la presidencia argentina y el inicio del mandato brasileño, en un contexto en que el bloque busca reposicionarse como actor vital en la escena internacional.
La embajadora Gisela Padovan, secretaria de América Latina y el Caribe en el Ministerio de Relaciones Exteriores, afirmó que el Mercosur es una prioridad estratégica para Brasil.
«Tenemos la expectativa de firmar el acuerdo con la UE, que ya está traducido a 27 lenguas y aguarda ratificación en las instancias europeas», explicó.
Además del entendimiento con la UE, Brasil buscará fortalecer la llamada Tarifa Externa Común, incorporar plenamente al bloque a los sectores automotriz y azucarero, y consolidar la unión aduanera.
Otras prioridades son la cooperación en seguridad pública y el fortalecimiento de mecanismos de financiamiento para infraestructura y desarrollo regional.
Entre enero y mayo, el comercio intraMercosur alcanzó los 17 mil 500 millones de dólares, con un superávit brasileño de tres mil millones. Las principales exportaciones de Brasil al bloque incluyen vehículos, autopartes, productos industriales y minerales; las importaciones, por su parte, se concentran en trigo, energía eléctrica y vehículos de carga y pasajeros.
El Mercosur fue creado en 1991 y actualmente está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, como miembro pleno desde 2024, además de varios países asociados.
La presidencia brasileña podría ser decisiva para reactivar el rumbo comercial del mecanismo y fortalecer su rol geopolítico.
El Maipo/PL