La Planta procesadora de papa que se construye en El Alto alcanzó el 80 por ciento de su edificación, y antes de 2024 entrará en fase de prueba tecnológica, aseguró una fuente oficial boliviana.
En declaraciones a Prensa Latina, el gerente de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), Franklin Flores, afirmó que la inversión valorada en 162 millones de bolivianos (23 millones de dólares) recibirá el equipamiento de la primera línea de producción a finales del mes en curso.
“Ya tenemos un avance físico importante del 80 por ciento y el del financiero es de 48,26 por ciento; tenemos prevista la entrega de la instalación para pruebas de operación a finales de este año, según el compromiso de la empresa constructora y de los supervisores”, dijo.
Durante un recorrido por la obra junto a los constructores, dirigentes de la Junta de Vecinos del Distrito 14 del municipio alteño y periodistas, el gerente subrayó el interés del presidente, Luis Arce, en este proyecto priorizado dentro de la política de industrialización para sustituir importaciones.
“Ha instruido a todas las entidades -sostuvo-, en este caso a Emapa nos ha hecho un instructivo directo, de que esta obra no va a tener ampliación de plazo de ninguna manera”.
Indicó que los equipos cuyos primeros arribos están señalados para fines de este mes permitirán a la fábrica cuatro líneas productivas: papa prefrita congelada, puré, hojuelas y almidón.
Adicionalmente, el complejo poseerá cuatro silos de almacenamiento de este tubérculo con capacidad de 840 toneladas cada uno, y procesará alrededor de seis mil toneladas anualmente, lo cual garantiza un mercado seguro para los productores del departamento de La Paz.
El presidente Arce al colocar la piedra fundamental en el inicio de esta obra a principios del año en curso explicó que esta industria generará 224 empleos directos y alrededor de 47 mil 500 indirectos entre productores, transportistas, vendedores y los ocupados en otros servicios, por lo que consideró que el complejo tendrá un efecto multiplicador para la economía alteña.
Flores insistió en que aquí se aportará valor agregado a la materia prima sin que los productores tengan que recurrir a un intermediario.
“Pagaremos a ellos un buen precio y garantizaremos precios justos al consumidor boliviano, garantizaremos un mercado interno y también pensamos exportar los excedentes”, dijo.
Respecto a la calidad de la papa, enfatizó en que ya no será necesario que los productores guarden ese alimento en tierra durante toda la época de invierno.
“Ahora lo acopiaremos en los silos y el tubérculo se mantendrá más fresco, con más calidad, y así su distribución beneficiará al mercado interno”, concluyó Flores.
Rescate de la Urea
El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB), Armin Dorgathen, por su parte, consideró importante el funcionamiento a plena capacidad de la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) emplazada en Bulo Bulo, Cochabamba.
“Nuestra Planta de Urea entró en un mantenimiento y ya está produciendo urea (…), ya vamos a estar con la planta a pleno, trabajando; hoy ya está produciendo”, aseguró en entrevista al canal estatal Bolivia Tv.
Dorgathen informó que el 99 por ciento de ese fertilizante consumido en el país andino amazónico es producido en esta instalación, lo cual significa que su importación se sustituye casi en su totalidad.
Precisó el líder corporativo que 2022 fue el primer año en que se logró ese indicador.
Resaltó el presidente de YPFB que, al margen de cubrir la demanda del mercado nacional, la PAU exporta el excedente a Brasil, Paraguay, Argentina, Ecuador, Perú y Chile.
Describió que los tres primeros son clientes ya tradicionales, y los últimos solicitan ese suministro cada cierto tiempo.
“Toda la parte de Mato Grosso, de Brasil -enfatizó Dorgathen- requiere urea y el mercado natural para Bolivia es ese mercado brasileño, y para ese mercado el proveedor natural viene siendo Bolivia”.
Añadió que por ese motivo el Estado Plurinacional piensa edificar una segunda planta.
Explicó que, tras un paro por mantenimiento programado, las operaciones en la PAU se reiniciaron hace pocos días, coincidentemente con el inicio del período de siembra, momento de mayor demanda con incremento del precio del producto.
Un reporte de YPFB entregado a Prensa Latina precisa que la urea es el fertilizante nitrogenado de mayor demanda mundial en la actualidad, y su empleo en la producción agropecuaria contribuye a incrementar los índices de rentabilidad de los cultivos.
La corporación estatal boliviana informó en julio último que facturó en el primer semestre del año en curso ingresos superiores a los 46 millones de dólares correspondientes a la comercialización de casi 124 toneladas métricas de urea granulada.
Fuentes de YPFB sostienen que la PAU posee una de las mejores tecnologías de Latinoamérica, condición que permite a Bolivia aportar un producto competitivo y contribuir a la seguridad alimentaria de América Latina y el Caribe.
La PAU fue paralizada en 2020 por el gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020).
Durante esa etapa el mal manejo económico y su paralización causó
daño al equipamiento de última generación y desembocó en la pérdida de mercados para la exportación de este producto.
A partir de esa negligencia, el Colegio de Ingenieros Petroleros de Bolivia (CIPB) se constituyó en testigo del juicio en marcha contra el exministro de Hidrocarburos del gobierno de facto Víctor Hugo Zamora.
Planta Biodiesel
El presidente de YPFB afirmó que el complejo cruceño ya está montado y podrá iniciar operaciones a fines de este año, mientras que la factoría alteña estará concluida a mediados de 2024.
“Con estas plantas vamos a ahorrar 10 por ciento de la importación de combustibles, lo cual es bastante y además vamos a tener un combustible amigable con el medio ambiente”, sostuvo.
Dorgathen describió que esas factorías coadyuvarán a reducir las emisiones de dióxido de carbono y dinamizarán la economía nacional, pues a partir de estas se impulsarán fuertes inversiones en el agro, se generará movimiento por la logística y el transporte desde las extractoras de aceite.
El titular de YPFB recordó que estas obras son parte de la política de industrialización con sustitución de importaciones, en cuyo contexto ya se convierten en una realidad.
Al iniciar la construcción de la Planta de Biodiésel II Héroes de Senkata, el 6 de marzo último, el presidente de Bolivia, Luis Arce, consideró que ese paso representa el inicio de un salto cualitativo.
“Hoy es un día importante, hoy damos un salto cualitativo en la ciudad de El Alto porque hoy ponemos la piedra fundamental para construir la planta de biodiesel y derivados en Senkata, en homenaje a este pueblo luchador”, expresó durante el acto de colocación de la piedra fundamental de inicio de obras, cuya edificación demorará un año.
Desde Bolivia Jorge Petineaud.
Fuente: El Maipo/PL