Por Sandra M.G.
Recientemente, se ha publicado una encuesta que realizó IPSOS para el Forest Stewardship Council (FSC) y en la que se consultó a los habitantes de 50 países, acerca de cuáles eran sus mayores preocupaciones, encontrando que en general en la mayoría de las naciones desde 2022 a la actualidad ha decrecido su temor por el cambio climático.
En Latinoamérica, en particular, las principales preocupaciones de la población apuntan a temas como el desempleo, la contaminación y la desigualdad. Aunque hay excepciones, ya que la preocupación por la deforestación y el calentamiento global entre los ‘brasileños‘ es mayor que en años anteriores.
Los datos de la encuesta fueron presentados en el transcurso de la Asamblea General de FSC, que transcurre en la Ciudad de Panamá y en el que se buscan fórmulas para lograr que el manejo forestal se realice de manera responsable y sirva para enfrentar la crisis climática actual, como antesala a la COP30 de Brasil que comienza en pocos días.
Calentamiento global y deforestación preocupan en Brasil
En Brasil la preocupación por el cambio climático ascendió al 33 % en 2025, con relación al 18 % de 2022, mientras en otros nueve países latinoamericanos esa inquietud descendió entre 1 y 5 puntos porcentuales, según una encuesta de Forest Stewardship Council (FSC) publicada recientemente.
Según el estudio, cuyos datos se presentan en la reunión de la Asamblea General de FSC en Ciudad de Panamá que debate el futuro del manejo forestal responsable y su función para hacer frente a la emergencia climática, la preocupación pública por el cambio climático está cayendo en gran parte de Latinoamérica, incluso después de un año marcado por huracanes, inundaciones, sequías e incendios forestales sin precedentes, según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La encuesta -realizada por Ipsos para Forest Stewardship Council (FSC, Consejo de Administración Forestal) a más de 40.000 personas en 50 países- revela que las guerras y conflictos, con un 52 %, ocupan el primer lugar de las preocupaciones, seguidas de las muertes y enfermedades (45 %), los problemas económicos (44 %) y el cambio climático (31 %).
Otros aspectos que preocupan a los ciudadanos son el desempleo (30 %), la contaminación (17 %), las desigualdades (15 %), la falta de alimentos (14 %), la pérdida de especies de animales y plantas (12 %) y la deforestación (9 %).
En los diez países encuestados de Latinoamérica, los resultados muestran un contraste significativo sobre la cuestión a estudio: México lidera con un 42 % de preocupación, mientras que Bolivia se queda en solo un 17 %, una diferencia de 25 puntos entre los países, «una brecha significativa dentro de la región».
A pesar de la alta vulnerabilidad de la región a los impactos climáticos, solo Brasil y México muestran un incremento en la preocupación respecto a la encuesta de 2022, y Brasil destaca a nivel mundial como el único país donde la preocupación casi se duplicó, pasando del 18 % al 33 % en los últimos dos años. Por el contrario, en otros países la tendencia fue descendente: Argentina pasó del 26 al 21% (-5), Colombia del 29 la 25 % (-4), Chile del 30 al 26 % (-4) o Perú del 27 al 26% (-1).
Según FSC, estos cambios evidencian «una creciente desconexión» entre la urgencia de la crisis climática y la percepción pública acerca del cambio climático en varios países de la región.
«La amplia dispersión en Latinoamérica muestra que la atención y el riesgo no son uniformes. Pero esto no es apatía: es una señal para actuar con pragmatismo. Cuando la gente ve riesgos forestales concretos, como incendios, estrés hídrico o pérdida de biodiversidad, responde», asegura la directora general de FSC, Subhra Bhattacharjee.
El trabajo de FSC es hacer que «la acción climática sea tangible: suministros verificados libres de deforestación, salvaguardas forestales más sólidas y resultados que las empresas puedan mostrar a sus consumidores», asegura Bhattacharjee.
América Latina y sus bosques
En cuanto a preocupaciones relacionadas con los bosques, la tala ilegal ocupa el primer lugar en la preocupación promedio regional (25 %), por encima de cualquier otra región del mundo. Latinoamérica es también la única zona donde tanto los incendios forestales como la deforestación se ubican entre las principales inquietudes ambientales.
En conjunto, los hallazgos muestran por qué proteger los bosques —y a las comunidades que dependen de ellos— es tanto una necesidad climática como un imperativo para las cadenas de suministro, según FSC. «Las comunidades están más seguras cuando las cadenas de suministro reconocen y recompensan las buenas prácticas», afirma la directora general de FSC.
Al comprar a operaciones verificadas de manera independiente, libres de deforestación, que respetan el Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI), mantienen zonas de amortiguamiento, zonas de conservación y comparten beneficios a través de acuerdos claros, «las empresas reducen riesgos y ayudan a proteger a las personas y a los bosques», señala.
Sin embargo, según el estudio, en la región, los problemas económicos, la inflación y la inseguridad desplazan al cambio climático como prioridad. A pesar del descenso en las inquietudes climáticas, el interés por la sostenibilidad y los productos que protegen los bosques sigue siendo alto tanto a nivel mundial como en la región.
Así, el 72 % de los consumidores afirma preferir productos que no dañen a las plantas ni a los animales. En América Latina, este sentimiento es aún más fuerte, con un promedio del 82 % en Brasil, un 79 % en Chile y un 84 % en México (84 %).
En general, en Latinoamérica hay una preocupación menor a la que había hace 3 años respecto a la crisis climática, aun cuando el continente ha sufrido graves estragos causados por eventos extremos que se han multiplicado en potencia y frecuencia a causa del calentamiento global.
Hay problemas más ´tangible´como la falta de empleos y de seguridad o la inflación que están siendo priorizados por los latinoamericanos, que no por ello dejan de apostar por la sostenibilidad de los productos, especialmente por aquellos que no sean dañinos para otros seres vivos. EFE
El Maipo/ECOticias



