(París) La ex primera ministra francesa Élisabeth Borne, figura clave de los últimos gobiernos, reiteró hoy su propuesta de congelar hasta el 2027 la polémica reforma de la jubilación como vía para apaciguar la crisis política.
En declaraciones a la cadena BFM TV, llamó en particular a suspender el elemento fundamental y el que más rechazo popular y sindical provocó: la extensión de la edad de retiro de 62 a 64 años.
No digo que nos deshagamos de la reforma, solo que examinemos las consecuencias de su congelación hasta el 2027, cuando sería parte del debate de cara a las presidenciales de ese año, abundó Borne, quien fue precisamente la que como primera ministra impuso en 2023 la norma sin el voto parlamentario, pese a las multitudinarias protestas de entonces.
La izquierda exige la abrogación de la reforma de la jubilación como un requisito para no apelar a la censura del Gobierno, pero las patronales y las fuerzas políticas conservadoras rechazan la idea.
El tema retomó con vigor a la palestra, tras la dimisión el lunes del primer ministro Sébastien Lecornu, el más efímero de la V República, con apenas 27 días en el cargo, y el tercero que cae en 10 meses, después del derrocamiento de Michel Barnier en diciembre y de François Bayrou el 8 de septiembre.
Para superar la crisis imperante se barajan hipótesis como la disolución de la Asamblea Nacional, con la convocatoria a elecciones legislativas anticipadas, o la cohabitación, la cual implicaría que el presidente Emmanuel Macron designe a un primer ministro de la oposición.
Circula la tesis de que ese jefe de Gobierno podría ser de la izquierda, campo que ha sido categórico en demandar la supresión de la reforma de retiro.
Lecornu admitió anoche, tal vez en su última declaración como primer ministro, la necesidad de debatir la espinosa cuestión por su papel en la polarización que vive el país.
Las reacciones a la propuesta de Borne son diversas y algunas radicales, con la Francia Insumisa que exige la derogación más allá de una congelación o el ministro del Interior dimitente y figura conservadora, Bruno Retailleau, que se opuso categóricamente a suspender la reforma.
El Maipo/PL