El momento culminante de la visita de Estado del presidente chino Xi Jinping, lo constituyó la firma, con su par ruso, Vladimir Putin, la Declaración conjunta sobre la profundización de la asociación global y cooperación estratégica.
El documento rubricado este martes en el Palacio de Santa Catalina en el Kremlin, establece que las relaciones entre las dos potencias entran en una nueva era, y alcanzan el nivel más alto de su historia, con un desarrollo sostenido gracias a los esfuerzos de ambas partes, y en específico de los líderes Putin y Xi Jinping.
La declaración se alcanzó después de dos días de conversaciones entre los mandatarios de Rusia y China, en diversos formatos, y en la misma ratifican que sus relaciones no tienen el carácter de un bloque ni de confrontación y «no están dirigidas contra terceros países».
Moscú y Beijing apuntan igualmente que esos vínculos no están sujetos a influencias externas y demuestran vitalidad y energía positiva. Y agregan que los intentos de sustituir los principios y normas generalmente aceptados del derecho internacional por un “orden basado en reglas son inaceptables».
En la declaración, Rusia y China opinan que para resolver el problema en Ucrania es necesario evitar la confrontación entre bloques y la incitación al conflicto, así como respetar las preocupaciones legítimas de todos los países en el campo de la seguridad.
El texto de la declaración conjunta manifiesta que Rusia y China están convencidos de que no puede haber vencedores en una guerra nuclear y esta nunca debe desencadenarse.
En este sentido, ambas naciones dijeron sentirse seriamente preocupadas por los planes de la alianza militar AUKUS (formada por Australia, Estados Unidos y Reino Unido) de construir submarinos nucleares y piden cumplir estrictamente sus compromisos de no proliferación de armas de destrucción masiva.
China y Rusia insisten en su declaración que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cumpla estrictamente el carácter defensivo de su entidad y respete la soberanía, la seguridad e intereses, la diversidad de civilizaciones, histórica y cultural de otros estados.
Por otra parte, ambos gobiernos mostraron su preocupación por las actividades militares y biológicas de Estados Unidos y exigen aclaraciones al respecto, dice la declaración conjunta.
También llaman a que las potencias no desplieguen armas nucleares fuera de sus territorios nacionales y retiren las ya desplegadas en el extranjero, así como que Washington acelere la eliminación de su arsenal de armas químicas.
Rusia y China se oponen, además, a los intentos de organizar «revoluciones de colores» y a la injerencia externa en los asuntos de Asia Central, según consta en el texto de la declaración conjunta.
En otro momento el documento registra que Rusia y China rechazan los intentos de ciertos países de convertir el espacio exterior en un escenario de confrontación armada y se opondrán a las actividades encaminadas a lograr la superioridad militar y utilizar el espacio para operaciones militares.
En paralelo, abogan por una investigación objetiva, imparcial y profesional de las explosiones en los gasoductos Nord Stream.
Un elemento importante de la declaración firmada este martes en Moscú por Putin y Xi Jinping lo constituye el tema energético para lo cual las partes se comprometen a proteger de conjunto la seguridad energética internacional y la estabilidad de las cadenas de producción y suministro de energía.
Finalmente, Rusia valora positivamente la posición china sobre la cuestión ucraniana, mientras que Beijing aprecia la disposición de Rusia a iniciar negociaciones, y al mismo tiempo ambos creen que deben respetarse los objetivos y principios de la Carta de la ONU, así como el derecho internacional.
En tanto, Moscú apoya la posición del gigante asiático respecto a una sola China y ratifica su oposición a los intentos de promover el separatismo en el territorio chino de Taiwán.
Fuente: El Maipo/PL