El 16 de octubre de cada año, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) celebra el Día Mundial de la Alimentación. Desde 1981 conmemora la creación de esta organización, que tuvo lugar el 16 de octubre de 1945.
Día Mundial de la Alimentación 2022. Este día internacional ayuda a sensibilizar a la población sobre la lucha mundial contra el hambre. También tiene como objetivo apoyar y publicitar proyectos que invierten en infraestructura rural. Y que tiene como objetivo mejorar el rendimiento agrícola en países donde la hambruna es generalizada. El tema 2022 es: No dejar a nadie atrás.
Un momento histórico nefasto
Una ‘tormenta perfecta’ de desafíos y graves problemas globales ha echado por tierra décadas de progreso en la lucha contra la pobreza y el hambre. Especialmente en los países de ingresos medios y bajos de todo el mundo. Los factores agravantes son muchos. Algunos tienen origen natural. Pero la gran mayoría son consecuencia directa de las acciones antropogénicas.
Las condiciones climáticas extremas, los conflictos regionales, la inestabilidad política o la pandemia de la COVID-19 son buen ejemplo de estos factores. Pero también lo son la inflación y las crisis económicas, la escasez de combustible y fertilizantes y las guerras. Todas ellas son en parte causa de la crisis alimentaria mundial sin precedentes, a la que nos enfrentamos en la actualidad.
A día de hoy, más de 346 millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria aguda. Eso significa que solo en lo que va del año otros 70 millones se han sumado a los hambrientos del mundo. Y antes de que comenzara la pandemia la cifra era de 135 millones. Lo que implica que el hambre ha crecido de forma desmesurada, multiplicándose por 2 veces y media. Y ello en menos de 3 años.
La crisis se agrava
La crisis alimentaria mundial está afectando a familias de las naciones de todo el mundo. Al punto de que ha empujado a muchas personas al borde de la inanición. El impacto en los niños es más severo, porque el hambre las hace más vulnerables. Sin alimentos sufren más enfermedades potencialmente mortales. Pero también disminuye su rendimiento académico. Y en los casos más graves, padecen desarrollo intelectual deficiente.
A ello se le suma otra realidad. Un aumento muy marcado de la violencia y del abuso de género. Se han disparado los matrimonios infantiles, porque las niñas son ofrecidas en matrimonio a cambio de dotes que alimentarán a sus familias. También ha aumentado el trabajo infantil. Y en la mayoría de los casos, los niños acaban por dejar la escuela para contribuir al mantenimiento de sus familias.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, una iniciativa de las Naciones Unidas, ponen en primer plano la eliminación de la pobreza extrema y el hambre. Desde su implementación en el año 2000, la ONU ha sido testigo de mejoras notables en varias regiones del mundo, particularmente en Asia y África subsahariana.
Es en este movimiento de concienciación sobre el problema del hambre en el que se enmarca el Día Mundial de la Alimentación. A través de la promoción, la FAO espera generar un espíritu de cooperación global. Y que el mismo conduzca a una distribución más equitativa de los recursos alimentarios entre los habitantes de todo el mundo.
La desigualdad entre naciones sigue siendo la tónica. En los países ricos, por un lado, se fomenta el cultivo y consumo de alimentos ecológicos y la agricultura sostenible. Pero al mismo tiempo se desperdician toneladas de comida. En cambio, en los pobres se come lo que se puede y no se desperdicia ni una migaja.
Pero el hambre está llegando a todas partes. Ya no se salva ni el mal llamado primer Mundo. Los índices de pobreza en Europa también se han disparado. Lo mismo ocurre con EEUU, Japón, etc. Y si no hay un cambio de políticas y actitud ciudadanas, las cosas irán a peor. Día Mundial de la Alimentación 2022.
Fuente: ecoticias.com