Las demoliciones masivas efectuadas por Israel en un pueblo ubicado en el norte de la ocupada Cisjordania representan una limpieza étnica y un intento de desplazamiento forzado, denunció hoy una fuente oficial palestina.
El jefe de la Comisión de Resistencia al Muro y a los Asentamientos, Muayyad Shaaban, condenó en un comunicado la destrucción causada en la aldea de Khirbet al-Tawil, cercana a la ciudad de Aqraba.
Shaaban instó a las instituciones internacionales y de derechos humanos a proteger al pueblo palestino de los sistemáticos ataques de las fuerzas y los colonos israelíes.
Excavadoras israelíes comenzaron la víspera las operaciones de demolición en Khirbet al-Tawil.
En declaraciones a la agencia oficial de noticias Wafa, el alcalde de Aqraba, Salah Jaber, detalló que, sin previo aviso, cinco topadoras comenzaron a derribar viviendas, locales agrícolas y la red eléctrica que abastece la zona.
A finales del pasado mes, Shaaban reveló que las autoridades israelíes confiscaron cinco mil 200 hectáreas de tierra en la Ribera Occidental desde el inicio del nuevo ciclo de violencia, en octubre de 2023.
Según sus datos, sólo en el primer semestre de 2024 las tropas y los habitantes de los asentamientos judíos cometieron siete mil 681 violaciones en Cisjordania.
La Oficina Central de Estadísticas reveló en marzo último que Israel confiscó 50 mil 526 dunams de tierra palestina (poco más de cinco mil hectáreas) en 2023, casi el doble a la cifra del año anterior.
Recientemente, varios expertos palestinos alertaron sobre los planes expansionistas del gobierno de Benjamin Netanyahu.
Anexar la ocupada Cisjordania es el sueño de muchos ministros y parlamentarios de ese país, afirmó el abogado Medhat Diba, citado por Wafa.
Ejemplificó con recientes declaraciones del titular israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, conocido por sus posturas antiárabes y en favor de los colonos judíos.
Por su parte, el director general del Departamento de Acción Popular de la Autoridad de Resistencia al Muro y a los Asentamientos, Abdullah Abu Rahma, advirtió que el plan israelí de anexión de Cisjordania tendría graves repercusiones políticas, sociales y económicas.
Desde el punto de vista social, apuntó, muchas ciudades, pueblos y aldeas quedarán aisladas en sí.
El proyecto es transformar la región en cantones separados y aislados para socavar la solución de dos Estados y hacerla inaplicable sobre el terreno, subrayó.
En similar sentido se pronunció Suhail Khaliliyeh, especialista en asuntos de las colonias israelíes.
Más de 250 mil colonos israelíes viven en la ocupada zona de Jerusalén oriental y otros 500 mil en el resto de la Margen Occidental, pese a los reiterados reclamos de la comunidad internacional, que considera esos territorios como parte del futuro Estado palestino.
El Maipo/PL