Una de las demandas más escuchadas durante las últimas elecciones a Gobernadores, CORE, Alcaldes y Concejales en las provincias de Melipilla y Talagante, fue sin lugar a dudas, lo que dice relación al tema de la seguridad, dado el notable aumento de la delincuencia y el tráfico de drogas.
No obstante, lo anterior, en paralelo se escuchó en el mismo tono, una fuerte exigencia para mejorar la gestión local, provincial y regional en cuanto a promover inversión pública, mixta y privada para generar el desarrollo productivo esperado por muchos años, y con ello, mayores fuentes laborales que brinden reales y mejores oportunidades de trabajo digno y de calidad a los jóvenes del territorio.
El desempleo, es motivo de preocupación en el territorio, y como tal, debe ser abordado por las autoridades del área de manera integral, no sólo poniendo al servicio, de manera articulada con las autoridades locales, las organizaciones y actores productivos de la zona, todos los instrumentos que están al alcance para contribuir al desarrollo de la pequeña y mediana empresa, de los pequeños agricultores y la agricultura familiar campesina, sino que, además, teniendo la audacia para poner en valor las ventajas comparativas y competitivas del territorio, y con ello, de conjunto con los actores locales diseñar y generar iniciativas y proyectos creativos e innovadores, reales y concretos.
El desempleo, el empleo precario y la auto-explotación de los “emprendedores”, han hecho del territorio, un suelo fértil para generar espacios de preocupante frustración, condiciones de estrés y violencia en nuestros jóvenes, y con ello, abrir un camino sin retorno hacia la delincuencia, el mundo de las drogas y el alcoholismo.
El Maipo