La inseguridad alimentaria alentada por el conflicto en Sudán podría desencadenar la mayor crisis de hambre del mundo en la historia reciente, advirtió hoy el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
De acuerdo con estimaciones de esa agencia, casi 1,7 millones de personas en todo el país se enfrentan a la hambruna o corren el riesgo de padecerla.
La nación africana es el único lugar del planeta donde los expertos de la ONU han confirmado la fase cinco de inseguridad alimentaria, la más alta de su clasificación, equivalente a condiciones de hambruna.
Entre otras dramáticas cifras, la ONU considera que 25,6 millones de sudaneses, más de la mitad de la población, padecen inseguridad alimentaria aguda, el índice más alto jamás registrada para el país.
A la par, una de cada dos personas en el mundo que enfrentan niveles catastróficos de hambre vive en Sudán -más de 750 mil-, mientras que un récord de 4,7 millones de niños menores de cinco años, mujeres y niñas embarazadas y lactantes sufren desnutrición aguda.
«La hambruna está ocurriendo en el campamento de Zamzam, en Darfur septentrional, mientras que otras 13 zonas corren el riesgo de sufrirla, dijo este jueves a la prensa Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres.
Las áreas con peores índices se concentran en lugares donde los combates son más feroces, por lo tanto, uno puede imaginar que esto hace que llegar a las personas con asistencia sea mucho más peligroso y mucho más impredecible, dijo el vocero.
Como respuesta a la crisis, el PMA llamó a los estados miembros para tratar la crisis del Sudán con la urgencia que merece antes de que desestabilice aún más una región ya frágil.
«La comunidad internacional debe intensificar la atención, los esfuerzos diplomáticos y la financiación», reclamó el Programa.
De acuerdo con la ONU, la población civil ha sido la más afectada por las hostilidades que estallaron en abril de 2023 entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido.
Como consecuencia, más de nueve millones de personas resultaron desplazadas, decenas de miles perdieron sus vidas, y miles de hogares fueron destruidos.
Los informes también indican escandalosas violaciones de los derechos humanos, incluida la violencia sexual generalizada contra las mujeres y las niñas.
El Maipo/PL
