La decisión del ministro Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema, de mantener en prisión preventiva al general Walter Braga Netto, acusado por participar en tentativa golpista, descolló en Brasil en semana que termina hoy.
De Moraes también se pronunció en contra de la solicitud de revocación de la cárcel cautelar del general retirado Mário Fernandes, imputado de planear el asesinato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del vice Geraldo Alckmin y del propio juez del Supremo Tribunal Federal.
El magistrado aceptó la declaración de la Procuraduría General de la República (Fiscalía) en ambos casos, que entendió que no hubo alteración en la situación que motivó el decreto de arresto preventivo.
«La situación fática y jurídica que autorizó el decreto de prisión preventiva de Mario Fernandes se mantiene inalterada, no haber en los hechos nuevos capaz de modificar el entendimiento ya pronunciado por el eminente ministro relator en la decisión», escribió el fiscal general, Paulo Gonet.
En el informe que pidió la detención de Braga Netto, también acusado de obstruir a la justicia, la Policía Federal (PF) señaló que el exministro de la Casa Civil y Defensa en el Gobierno de Jair Bolsonaro tenía destaque en el intento de golpe de Estado para impedir la toma de posesión de Lula.
La PF arrestó al general de la reserva el 14 de diciembre en Río de Janeiro por interferir en la producción de pruebas en una investigación que avala un supuesto intento de conato golpista después de las elecciones de 2022.
Tal actuación de Braga Netto «se destaca en el contexto de los actos relacionados con el intento de golpe de Estado y abolición del Estado Democrático de Derecho, incluso en el intento de avergonzar y obstruir las investigaciones», indica el extracto del documento.
Además, la policía señaló que el oficial de alto rango trató de obtener información sobre el acuerdo de delación del teniente coronel Mauro Cid, exayudante de órdenes de Bolsonaro.
De igual manera, la fuerza del orden público apuntó que el exministro entregó dinero para la operación denominada Daga Verde y Amarilla e hizo presión a las Fuerzas Armadas para que se adhirieran a la trama golpista.
Fernandes, general retirado, fue secretario ejecutivo de la Presidencia en la administración de Bolsonaro (2019-2022) y asesor del exministro y diputado federal Eduardo Pazuello.
Fue arrestado el 19 de noviembre, junto con otros militares, miembros del grupo llamado Kids pretos (Niños Negros), una fuerza especial del Ejército.
En los informes policiales, es presentado como uno de los líderes más radicales en la articulación del supuesto plan para asesinar a las autoridades.
El Maipo/PL
