Profundo malestar persiste hoy en Chile tras los violentos incidentes en el estadio Libertadores de América, de Argentina, durante un partido por la Copa Sudamericana de fútbol entre equipos de ambos países.
En el entretiempo del juego de Universidad de Chile e Independiente del vecino país se generaron incidentes entre las barras de los clubes, que desembocaron en un linchamiento de aficionados azules a manos de cientos de fanáticos locales.
El presidente Gabriel Boric designó al Ministro del Interior, Álvaro Elizalde, para viajar a Buenos Aires e interesarse por la salud de los 19 heridos y la situación legal de casi un centenar de detenidos.

Tras conocer de primera mano lo ocurrido y luego de una reunión con su par, Patricia Bullrich, el titular afirmó que lo visto en la noche del miércoles fue “una expresión de barbarie”.
Elizalde también manifestó su extrañeza de que la policía argentina sólo detuvo a hinchas de un país, Chile.
El presidente Boric manifestó una opinión clara ante estos hechos, dijo el funcionario, y agregó que “tenemos un desafío que es erradicar la violencia de los estadios en Chile, Argentina y toda América Latina. Bajo ninguna circunstancia podemos tolerar linchamientos”.
Mientras, Universidad de Chile publicó un comunicado acerca de los lamentables sucesos, donde señala que hubo hinchas de Independiente que ingresaron sin obstáculos al sector destinado a la visita y atacaron con extrema violencia e inhumanidad a seguidores azules.

La brutal golpiza sufrida por nuestros hinchas la noche del 20 de agosto será recordada como uno de los capítulos más violentos de la historia del fútbol, señaló el cuadro universitario.
El presidente de la corporación Azul Azul, Michael Clark, lamentó que en ningún momento las autoridades del equipo Independiente llamaron para preguntar por los heridos o quienes están detenidos en Buenos Aires.
Respecto a estos últimos, el funcionario reveló que contrataron a un estudio de abogados argentinos para hacerse cargo de su defensa y lograr la excarcelación lo más rápido posible.
Cada cual es libre de hacer lo que quiera, pero cuando ocurre esta barbarie, un linchamiento a vista y paciencia, preocuparse sólo de quién ganó el partido o logrará llevarse los tres puntos, es un sinsentido y habla muy mal de la gente de Independiente, afirmó.
El Maipo/PL