Dialogamos con Sofía Fuentes, integrante de la Dirección Nacional de Convergencia Social acerca de los avances y desafíos del proceso que debiese concluir a comienzos de 2024.
En regiones se ha visto bastante entusiasmo por la Unidad.
En general, el proceso de unificación ha tenido dos caras. Por un lado, hay un grupo transversal que ha impulsado la unidad como la concreción de un proceso histórico de unificación política de la izquierda, en donde se encuentran militantes de todo Chile, provenientes de distintas raíces ideológicas, pero que se sienten parte del proceso Frente Amplista. Y por otro, tenemos una militancia que se ha ido sumando en los últimos años a los distintos partidos y movimientos que componen el FA, que han sido parte de un proceso de construcción de identidad partidaria, siendo entonces un poco más reticentes a la unificación.
De cumplirse la unidad, se modifica el escenario de la política en Chile. ¿La ex concertación sería el centro político?
El mapa del centro político en Chile está muy desdibujado. Posterior al quiebre de la Democracia Cristiana, y el surgimiento de Demócratas y Amarillos, se habla de un “Nuevo centro político”. Pero esto no es así, las posturas que han representado en las distintas coyunturas muestran una cercanía mucho mayor con la centro derecha, lo que nos lleva hoy, a un vacío del centro. En la última elección del proceso constitucional la ex concertación busco representar ese centro, lo que no se cumplió en términos electorales ni programáticos. Ahora bien, en la reconfiguración que se propone del Frente Amplio, el objetivo debiese ser la conformación de un proyecto societal que logre una mayoría en Chile, superando el eje izquierda-derecha, apostando así, a construir un proyecto que supere el neoliberalismo, y que, para eso, arme mayorías independientes de los polos tradicionales en el espectro político.
¿Será difícil buscar el nombre de la coalición, tiene alguna propuesta personal?
El nombre tiene que representar tanto a la histórica como a la nueva militancia del Frente Amplio, pero por sobre todo, tiene que ser un nombre que logre hacer sentido y genere identificación en las capas populares, apostando a ser una alternativa de representación que avance en inserción social y en la construcción de un proyecto de mayorías. Para eso debemos darnos los espacios para debatir y buscar la mejor alternativa entre toda la militancia.
Necesariamente, debe ser ¿Unidad y luego acuerdos electorales?
Uno de los primeros acuerdos que se tomó al iniciar este proceso de unificación, fue el de enfrentar el próximo proceso electoral unificadamente, independiente de que lográsemos tener la herramienta partidaria unificada. Con esto, se entiende que tanto el debate programático y estratégico, como la disputa electoral, pueden ir de la mano en este momento tan importante para el Frente Amplio.
¿La mesa de la directiva del nuevo conglomerado, debe ser con paridad?
Uno de los principios centrales de nuestro partido Convergencia Social, es el feminismo, cosa que es transversal también en RD, Comunes y Plataforma Socialista. Es constitutivo de nuestras fuerzas la relevancia estratégica que tiene el feminismo para nuestro proyecto, entendiendo su aporte a la democracia y al debate económico en cuanto sostén del capitalismo mediante el trabajo no remunerado. Con todo esto, es clave que no retrocedamos en los avances que se han conseguido, por lo que debemos partir con la paridad en todos los órganos de dirección del nuevo partido, buscando avanzar mucho más en el apoyo a la participación de compañeras en la actividad política.
En estos procesos los involucrados deben ser generosos, ¿Ve esa actitud?
Estoy muy de acuerdo con la afirmación. Para un resultado exitoso uno de los valores centrales debe ser la generosidad. Siempre es complejo en los procesos electorales que las distintas actorías logren acuerdos sin tener importantes conflictos derivados de la negociación, debido a la diversidad de intereses que existen, y justamente nos encontramos en medio de un debate electoral, por lo que se va a requerir mucha fuerza militante para anteponer el proyecto político por sobre la disputa electoral.
La unidad se trabajará en simultáneo con el plebiscito, a propósito ¿Debería ser una opción común para los tres partidos y movimientos?
Hoy estamos ad-portas del cierre de un segundo proceso constitucional muy complejo para el proyecto progresista de la izquierda. El triunfo total de la ultraderecha que les dio mayoría absoluta en el consejo constitucional derivó en que hoy tengamos un texto conservador y con serios retrocesos en muchos ámbitos. Para esto es clave que como sector logremos construir una mayoría que proponga una alternativa política frente a la que nos propone la derecha, que por cierto, se instala en una sociedad que a mi lectura, tiende más hacia un conservadurismo, por lo que tenemos que evitar que se cierre en el contexto adverso que tenemos, el debate del país que queremos. En esta tarea debemos estar avocadas toda la militancia del Frente Amplio.
Por Mario Pino. Entrevista publicada en el N° 2 de revista digital Seguimos