Por su extraordinaria calidad vocal, talento artístico y trayectoria, la chilena Miriam Hernández fue coronada, con total justicia, como la reina del Festival de Viña del Mar por el público que la ovacionó.
Tras 23 años de ausencia en este emblemático escenario, la diva de Chile regresó para deslumbrar a los asistentes y a quienes siguieron el certamen a través de las pantallas. Cada una de sus interpretaciones estuvo cargada de emoción y cercanía, creando una conexión íntima con el “monstruo” que no dejó de corear, llorar y agradecer durante toda su presentación.
Acompañada por un formidable equipo de músicos y coros, Miriam Hernández demostró una vez más su experiencia, potencia vocal y sensibilidad interpretativa, ofreciendo un espectáculo brillante que reafirma su lugar como una de las artistas más queridas y respetadas de Chile.
En una noche histórica, se convirtió en la primera mujer chilena en recibir la Gaviota de Platino, un reconocimiento reservado para artistas excepcionales. En un momento lleno de emoción, la cantante compartió este triunfo en el escenario junto a sus hijos, sellando así un capítulo inolvidable de su brillante carrera artística.
El Maipo