(Brasilia) La visita de Estado del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a Francia entre hoy y el 9 de junio marca un punto de inflexión en las relaciones bilaterales, combinando diplomacia, cultura y cooperación climática.
Fuentes oficiales informaron que la gira, la cual conjuga simbolismo histórico y proyección geopolítica, constituye la primera de un jefe de Estado brasileño en más de una década.
La agenda, cuidadosamente diseñada, incluye reuniones de alto nivel, compromisos culturales y una fuerte carga diplomática orientada al fortalecimiento de la asociación estratégica entre los dos países.
El embajador Flávio Goldman, director del Departamento de Europa de Ministerio de Relaciones Exteriores, explicó que la visita ocurre en un «momento muy positivo del vínculo bilateral», destacando la sintonía política entre Lula y su homólogo francés, Emmanuel Macron.
Ambos abordarán temas centrales como la reforma de la gobernanza global, la defensa del multilateralismo, el combate al extremismo y la preparación compartida para la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30), que se celebrará en noviembre en la Amazonia.
También el líder progresista sudamericano fue invitado a participar en la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos en Niza, que busca promover el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14 de la Agenda 2030.
Se debatirá el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercado Común del Sur, se abordarán temas de defensa, pues se tiene una alianza en el área de submarinos nucleares, y al mismo tiempo habrá reuniones con empresarios brasileños y franceses, adelantó Lula a la prensa antes de partir rumbo a París.
«Queremos presentar el buen momento de Brasil a los empresarios franceses para ver si es posible atraerlos a realizar más inversiones», aseguró.
Uno de los momentos más simbólicos de la estancia será la entrega del título de Doctor Honoris causa a Lula por parte de la Universidad de París.
«Es una distinción que honra no solo al presidente, sino a la historia de lucha y transformación social que él encarna», sostuvo Goldman.
El viaje culminará con un homenaje a Lula en la Academia Francesa, institución guardiana de la lengua y el pensamiento galo. Este gesto simbólico refuerza la imagen de Lula no solo como jefe de Estado, sino como referente intelectual y político a nivel internacional.
Comentaristas políticos aseguran que la visita a Francia reafirmará el papel de Brasil como actor global con voz propia en los grandes debates del siglo XXI.
Al articular diplomacia, cultura y sostenibilidad, Lula proyecta un país comprometido con la paz, el desarrollo y la integración entre los pueblos.
El Maipo/PL