‘Respeto, voz y voto’, esa es la demanda con la que los pueblos indígenas han arribado a Belém y que van a presentar ante la COP30. Exigen que se cuente con ellos en la toma de decisiones climáticas globales y que se les dé un merecido y real protagonismo a sus conocimientos y prácticas tradicionales.
Para los líderes indígenas es necesario que los pueblos ancestrales sean parte integral y no consultores puntuales, de las negociaciones y de la toma de decisiones, especialmente de aquellas que afectan directamente a sus territorios y comunidades, no solo en América Latina, sino también en el resto del mundo.
Defienden el reconocimiento y la inclusión en las políticas climáticas, tanto de sus derechos territoriales, como de las prácticas de manejo de la biodiversidad y de los recursos que ellos realizan, que son realmente sostenibles y no ponen en peligro a la naturaleza.
¿Qué piden los pueblos indígenas en la COP30?
Las comunidades indígenas de Brasil exigieron este miércoles en nombre de todos los pueblos originarios del planeta respeto, reconocimiento territorial y participación real en las decisiones de la COP30 para dar una solución a la crisis climática.
El pedido fue realizado desde el Rainbow Warrior, el icónico navío de Greenpeace, que atracó en Belém en la víspera de la cumbre de jefes de Estado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), convirtiéndose en un escenario de demandas urgentes por la justicia climática.
«Lo único que vamos a pedir es respetar a los indígenas, respetar sus tierras y regularizar las que faltan. Respetar el derecho ancestral a la tierra que ocupamos antes de la llegada del europeo«, dijo el cacique Megaron Txucarramãe, quien será el sucesor del legendario Cacique Raoni, en una rueda de Prensa.
El pedido fue reafirmado por Angela Kaxuyana, de la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB) quien señaló que la expectativa de los pueblos originarios «es tener un espacio de escucha real». La lideresa recordó que los indígenas llevan décadas advirtiendo sobre la crisis climática y alertó sobre la proximidad de que la Amazonía llegue a un punto de no retorno.
«No se puede hablar de soluciones sin partir del respeto a la diversidad indígena y al reconocimiento de nuestros territorios, sobre todo donde hay pueblos aislados», añadió.
Estudios de Mapbiomas, una red brasileña de instituciones de investigación y de ONG, han demostrado que el porcentaje de vegetación nativa destruida en territorios indígenas brasileños es inferior (1,2 %) al registrado en áreas privadas (19,9 %).
Pese a los esfuerzos, los pueblos originarios enfrentan la amenaza constante de mineros ilegales, madereros y narcotraficantes que avanzan sobre sus territorios, muchas veces sin que el Estado logre frenarlos. A eso se suman las disputas por tierras con grandes hacendados, debido a la falta de regularización de un buen porcentaje de tierras indígenas.
Los indígenas se manifiestan en Belém
Con más de 2.500 indígenas del mundo llegando a Belém, la COP30 va a convertirse en un escenario de exigencia colectiva. Los líderes indígenas anunciaron la ‘COP30’ de las calles y señalaron que esa será la verdadera cumbre climática de Belém.
«Vamos a gritar para que la comunidad internacional escuche nuestras demandas. ¡Regularización ya! ¡La respuesta somos nosotros!, afirmó Dinamam Tuxá, coordinador ejecutivo de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB).
El líder del pueblo Tuxá recordó que el 82 % de la biodiversidad del planeta está en tierras indígenas, citó al fallecido Paulinho Paiakan, quien en la Cumbre de la Tierra de 1992 advirtió sobre la crisis climática, y subrayó que más de tres décadas después, los científicos confirman que los territorios indígenas son la solución más eficaz contra el calentamiento global.
Carolina Pasquali, el planeta está viendo que lo que era un problema futuro ahora es presente y advirtió que las cumbres no pueden continuar con «palabras vacías» sino implementar «acciones concretas».
Entre ellas, mencionó el cobro de tributos a las grandes empresas de productos fósiles, por ser las más contaminantes, así como avanzar en la meta de deforestación cero en la Amazonía, y que haya una financiación pública que no genere más deuda y que venga de impuestos a los contaminantes.
El emblemático navío Rainbow Warrior, símbolo global del activismo ambiental, ha sido escenario de campañas históricas en defensa del planeta y su presencia en la COP30 refuerza la urgencia de revertir la degradación forestal antes de 2030, tal y como lo establece el Acuerdo de París.
En cuanto al tema de la financiación, dejan claro que la selva necesita un apoyo financiero directo que permita llevar adelante los esfuerzos de preservación ambiental, además de poner en práctica en sus comunidades iniciativas de adaptación al cambio climático, puesto que las comunidades indígenas no contaminan, pero son muy vulnerables a sus efectos.
En la COP30 se verá la mayor delegación en la historia de las cumbres del clima organizadas por la ONU del movimiento indígena, quienes emplean plataformas como el ‘Aldea COP’ y ‘Círculo de los Pueblos’ para hacer que se oiga su voz. EFE
El Maipo/ECOticias



