(Addis Abeba) En una cumbre virtual de alto riesgo, el Secretario General de la ONU, António Guterres, y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, reunieron a 17 líderes nacionales de las principales economías y países vulnerables al clima para acelerar las ambiciones climáticas globales antes de la COP30 en Brasil.
La reunión fue parte de una estrategia de compromiso conjunto de los dos líderes para fortalecer la acción global en el marco del Acuerdo de París y generar impulso para planes climáticos nacionales más sólidos, que se anunciarán en 2025.
La sesión de dos horas, celebrada a puertas cerradas, reunió a China, la Unión Europea, la Unión Africana, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y pequeños Estados insulares en desarrollo.
Guterres la describió como una de las reuniones de líderes nacionales más diversas y exclusivamente centradas en el clima de los últimos tiempos, con un fuerte mensaje unificador.
Dijo que muchos líderes se han comprometido a presentar nuevos y ambiciosos planes climáticos, oficialmente llamados Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), lo antes posible, en lo que llamó un “fuerte mensaje de esperanza”.
Guterres anunció que el presidente Xi Jinping había confirmado en la reunión que las NDC actualizadas de China cubrirían todos los sectores económicos y todos los gases de efecto invernadero, una aclaración que calificó de “extremadamente importante” para la acción climática.
Agregó que estos compromisos brindan una oportunidad crucial para trazar un rumbo audaz para la próxima década y, lo que es más importante, ayudar a acelerar una transición justa de los combustibles fósiles a las energías renovables.
La producción de energía renovable es “la oportunidad económica del siglo”, dijo, describiéndola como la “salida del infierno climático”.
El jefe de la ONU destacó que los precios de las energías renovables han caído drásticamente, ofreciendo “el camino más seguro hacia la soberanía y seguridad energética, al poner fin a la dependencia de las volátiles y costosas importaciones de combustibles fósiles”.
Desde el Acuerdo de París de 2015, las proyecciones de calentamiento global han disminuido de más de 4 °C este siglo a 2,6 °C si se implementan los planes actuales.
El Secretario General instó a los dirigentes a presentar planes nacionales coherentes con este objetivo, que abarquen todos los gases de efecto invernadero y todos los sectores, y que demuestren un compromiso inquebrantable con el logro de la neutralidad de carbono para 2050.
Guterres destacó la necesidad de un apoyo mucho mayor a los países en desarrollo, que sufren los impactos más severos del cambio climático, a pesar de ser los que menos contribuyen a las emisiones globales.
Instó a los países a establecer una hoja de ruta creíble para movilizar 1,3 billones de dólares anuales para los países en desarrollo hasta 2035, duplicar la financiación para la adaptación a 40.000 millones de dólares este año y aumentar las contribuciones al nuevo Fondo de Pérdidas y Daños establecido en la COP28.
El Secretario General también anunció una reunión de alto nivel de la ONU en septiembre, sólo unas semanas antes de la COP30, para evaluar el progreso en los planes climáticos y la financiación.
El mensaje fue claro, según Guterres. “No podemos, no debemos y no cejaremos en nuestros esfuerzos por combatir el cambio climático”.
El Maipo/ENA
