El papa Francisco invistió a 21 nuevos cardenales, entre ellos al arzobispo de Santiago de Chile, Fernando Chomalí Garib, en una ceremonia efectuada en la Basílica de San Pedro, en Roma, a quienes se les entregó el anillo, símbolo de su nuevo compromiso universal con la Iglesia y el birrete, rojo como la sangre de los mártires y estar dispuesto a dar su vida por defender la fe, según la tradición católica.
Fernando Chomalí, es de ascendencia palestina, de profesión ingeniero civil en la Universidad Católica, poeta, profesor, columnista y realizador, dirigiendo entre otros trabajos el documental “Miércoles 15:30, memorias de una ausencia”, el cual narra la historia de varias mujeres que aún luchan por encontrar a los detenidos desaparecidos durante la dictadura de Augusto Pinochet y el rol activo de la Iglesia católica en su búsqueda.
De 2011 a 2023 monseñor Chomalí fue arzobispo de la ciudad de Concepción, y desde octubre del pasado año ocupa ese mismo cargo en Santiago, la capital.
Al ser investido este sábado como el noveno cardenal chileno, llamó a trabajar contra las injusticias, la guerra y la violencia.
Tal designación ha sido celebrado por todos los fieles de la Iglesia chilena, bajo un contexto donde el actual cardenal deberá enfrentar fuertes desafíos debido a la pérdida de credibilidad y la falta de transparencia dejada por sus antecesores.
El Maipo/PL