En la actualidad, la agricultura orgánica o ecológica es una práctica habitual en casi todos los países del mundo. Más de 40 millones de hectáreas de tierras agrícolas son ahora gestionadas orgánicamente, particularmente en Europa, Australia y América del Norte.
Hablemos de agricultura ecológica y medio ambiente. La “agricultura ecológica” es una técnica, que consiste en el cultivo de todo tipo de plantas de forma natural. Este proceso implica usar únicamente materiales biológicos para mantener la fertilidad del suelo y el equilibrio ecológico, por lo que se evitan las sustancias sintéticas, minimizando así la contaminación y el desperdicio.
Se basa en los principios de la agricultura ecológica equilibrada como la rotación de cultivos, el reciclado de los residuos orgánicos, el empleo de abonos verdes, el control biológico de plagas y el uso de aditivos minerales. La agricultura ecológica evita el uso de fertilizantes, herbicidas y pesticidas petroquímicos.
La agricultura ecológica u orgánica es un sistema de producción que se orienta básicamente a mantener la salud de los suelos, de los ecosistemas circundantes y de las personas implicadas directa o indirectamente con ella.
Se basa en el respeto a la biodiversidad y a cada uno los procesos ecológicos y los ciclos adaptativos locales. En lugar de la utilización de insumos con efectos adversos, por lo que combina la tradición, la innovación y la ciencia con el fin de beneficiar al medio ambiente que compartimos. Y de promover unas relaciones más justas entre los seres vivos y una mejor calidad de vida para todos los involucrados.
Una necesidad real
La población del planeta se ha disparado y la disponibilidad de alimentos para cubrir las necesidades de todos se está volviendo extremadamente difícil, por lo que es imprescindible recurrir a una producción sostenible de alimentos.
La revolución verde y su tecnología basada en la química están perdiendo su atractivo, ya que sus dividendos están cayendo y los rendimientos son insostenibles. La contaminación y el cambio climático son factores externos negativos causados por el uso de productos químicos a base de combustibles fósiles. Hablemos de agricultura ecológica y medio ambiente.
Principales objetivos
-La protección de la calidad de los suelos con material orgánico y el fomento de la actividad biológica natural.
-La aportación indirecta de nutrientes para los cultivos usando los microorganismos del suelo.
-La cría de ganado de manera natural, con especial énfasis en el cuidado de la vivienda, la nutrición, la salud, la cría y reproducción sin aportes químicos.
-La fijación del nitrógeno en los suelos utilizando los cultivos de legumbres.
-La quita de las “malas hierbas” y el control de plagas basados en métodos como la rotación de cultivos, la diversidad biológica, los depredadores naturales, los abonos orgánicos y la intervención biológica
-El cuidado del medio ambiente, la conservación de los hábitats naturales y la protección de la vida salvaje y de la biodiversidad.
Los cuatro principios de la agricultura ecológica:
Salud: La agricultura orgánica debe contribuir a la salud y el bienestar de suelo, de las plantas, los animales, los seres humanos y la tierra, ya que constituye el sustento básico para el bienestar mental, físico, social y ecológico.
Equidad: Vivimos en un planeta compartido, en el que debe ser igual el trato y el respeto para todos los seres vivos que lo habitan. La agricultura ecológica ofrece una alternativa en la que prima la calidad de vida y busca reducir de forma drástica la pobreza, utilizando los recursos naturales de manera juiciosa y preservándolos para las generaciones futuras.
Equilibrio: La agricultura ecológica debe ser modelada según los sistemas ecológicos que rodean al sitio donde se practica, ajustándose a los ciclos naturales y respetando en todo momento la biodiversidad.
Atención: La agricultura ecológica debe ser practicada de una manera cuidadosa y responsable en beneficio de las generaciones presentes, del medio ambiente y de quienes habitarán la Tierra en años futuros.
A diferencia de los métodos agrícolas modernos y convencionales, la agricultura ecológica no depende de los productos químicos sintéticos, emplea, en cambio, métodos naturales, biológicos para mejorar la fertilidad del suelo, tales como la actividad microbiana, con el fin de impulsar la nutrición de las plantas.
Además, la práctica de los cultivos múltiples (en detrimento de los monocultivos) fomenta la diversidad orgánica que mejora la productividad y la capacidad de recuperación de los suelos, lo que contribuye a un sistema de cultivo sano. Hablemos de agricultura ecológica y medio ambiente.
¿Por qué es insostenible la agricultura moderna?
Por qué termina por acabar con la fertilidad del suelo debido al uso excesivo de fertilizantes químicos y la falta de rotación de cultivos.
Las escorrentías, durante los períodos de lluvias, contaminan con nitratos y otros productos los recursos hídricos naturales.
Porque la erosión del suelo constituye un grave problema que suele deberse al tipo de cultivos elegidos.
Es un hecho que los monocultivos son una agresión directa a la biodiversidad.
Este tipo de agricultura requiere un mayor consumo de combustibles (generalmente de origen fósil).
Porque se basa en el uso de pesticidas y herbicidas venenosos para frenar las plagas y malas hierbas, que tienen consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
Porque implica crueldad en el trato de los animales en su vivienda, alimentación, reproducción y sacrificio.
Porque los animales y las plantas nativas pierden espacios (hasta llegar a la extinción) ante las especies exóticas, los cultivos transgénicos y los híbridos.
