Por Victoria H.M
No hay precedentes desde la Edad de Hielo. Casi la mitad del glaciar Hektoria, en el este de la Antártida, colapsó en apenas dos meses, perdiendo 8,2 kilómetros de hielo, según un estudio publicado en Nature Geoscience. Los científicos alertan del impacto del calentamiento global en la estabilidad de los glaciares polares.
Este rápido retroceso, uno de los más drásticos registrados en los últimos años, alerta sobre la aceleración del deshielo en la región y sus posibles consecuencias para el aumento del nivel del mar. Los expertos apuntan a un aumento de las temperaturas oceánicas y a la infiltración de aguas cálidas bajo el hielo como principales causas.
Este proceso de desintegración se ha producido a una velocidad diez veces superior a la media previamente documentada para un glaciar terrestre.
Los datos obtenidos por el satélite Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europea muestran que, entre finales de agosto y octubre, el frente del glaciar se fracturó de forma masiva, liberando millones de toneladas de hielo al océano.
La triste realidad del glaciar Hektoria: colapsa la mitad de su superficie
No hay constancia de nada igual desde la Edad de Hielo: casi la mitad del glaciar Hektoria, en al este de la Antártida, colapsó en apenas dos meses, perdiendo 8,2 kilómetros de hielo, según un estudio recogido este lunes en la revista Nature Geoscience.
Este proceso de desintegración se ha producido a una velocidad diez veces superior a la media previamente documentada para un glaciar terrestre.
El equipo de investigadores de la Universidad de Colorado que ha hecho el hallazgo llegó a él casi por casualidad, cuando estudiaban la zona que rodea el Hektoria, mediante datos de satélites y teledetección.
Querían comprender por qué el hielo marino se había separado del glaciar una década después del colapso de una plataforma de hielo en 2002.
Mientras analizaban los datos del graciar entre febrero de 2002 y agosto 2023 se dieron cuenta de que su superficie, que tenía unos 115 kilómetros cuadrados, se había reducido a la mitad en solo dos meses.
«Cuando sobrevolamos Hektoria a principios de 2024, no podía creer la inmensidad de la zona que se había derrumbado, por más que ya había visto las imágenes del satélite, verlo en persona me sorprendió», señala una de las investigadoras, Naomi Ochwat, del Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad de Colorado.
Un desplome exprés
El objetivo de los investigadores se centró entonces en tratar de entender por qué había colapsado tan rápido. Para lograrlo, recurrieron a datos satelitales para estudiar el glaciar en diferentes intervalos de tiempo y crear una imagen sólida de su topografía y retroceso.
Buena parte de los glaciares de la Antártida son glaciares de marea, que descansan sobre el lecho marino y terminan con una lengua de hielo en el océano, que luego da lugar a icebergs.
La topografía bajo estos glaciares suele ser variada. Pueden asentarse sobre cañones profundos, montañas subterráneas o grandes llanuras planas, como es el caso del Hektoria, el glaciar descansaba sobre una llanura de hielo, una zona plana de lecho rocoso por debajo del nivel del mar.
Los investigadores ya habían descubierto que, hace entre 15.000 y 19.000 años, los glaciares antárticos con llanuras de hielo retrocedían cientos de metros al día, lo que ayudó al equipo a comprender mejor el rápido retroceso del Hektoria.
Varios terremotos ocurridos bajo la llanura de hielo del Hektoria provocaron que una gran parte del glaciar flotara repentinamente, lo que dio lugar a que el hielo se desprendiera rápidamente.
Al flotar, quedó expuesto a las fuerzas del océano, que abrieron grietas desde la parte inferior del glaciar, que a su vez se unieron con las grietas expuestas desde la parte superior, provocando que la mitad de la superficie se desprendiera y se rompiera.
«El retroceso de Hektoria es impactante: este tipo de retroceso ultrarrápido realmente cambiaría las predicciones para otros glaciares más grandes de la Antártida. Si se dieran colapsos de estas dimensiones, se podría acelerar enormemente el aumento del nivel del mar», añade Ochwat.
El Hektoria forma parte de un sistema de glaciares interconectados en la costa oriental de la Península Antártica, una de las zonas más sensibles al cambio climático. Su pérdida no solo contribuye al aumento global del nivel del mar, sino que también afecta al equilibrio del ecosistema marino.
El retroceso de Hektoria es impactante
Los científicos advierten de que este evento podría ser un indicador de procesos irreversibles si no se reducen rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, recalcan la necesidad de reforzar la monitorización satelital y la cooperación internacional para comprender mejor la dinámica del hielo antártico. EFE
El Maipo/ECOticias



