(Buenos Aires) Con Cristina Fernández, su principal líder, fuera de la cancha política, el peronismo tiene ante sí la opción de unirse para subsistir e imponerse en venideras elecciones provinciales o seguir fraccionado y ceder el espacio al adversario.
Cristina, actual presidenta del Partido Justicialista (PL), anunció su candidatura a diputada provincial por la 3ra Sección Electoral de la Provincia de Buenos Aires (PBA), el distrito más numeroso de esa comarca y del país con cinco millones de electores. Allí es la líder indiscutible reflejan las encuestas. La Corte Suprema de Justicia le cerró las puertas.
Avaló una condena de un tribunal inferior que la sentencia a seis años de cárcel y proscripción política de por vida.
Sus abogados gestionan que sea prisión domiciliaria. Al despedirse de la militancia, la expresidenta expresó que “podrán meterme presa, pero no callarme”.
Ese golpe judicial provoca un cambio rotundo en el mapa político, con consecuencias directas sobre el futuro del kirchnerismo y el armado de listas del peronismo ya no solo en PBA, sino en el resto del país, aunque Cristina aseguró que los peronistas siempre se las arreglan para volver.
Aunque no encabezara la lista, su nombre era un capital político clave en el armado electoral del justicialismo.
El fallo deja un escenario sin sustento, obligando a reconfigurar el rumbo, primero hacia los comicios provinciales el 7 de septiembre y después para las elecciones legislativas nacionales el 26 de octubre.
¿Quién la sustituirá en la candidatura en la 3ra Sección Electoral? Es algo que deberán ahora conciliar el kirchenismo que encabeza La Campora, cuyo jefe es Máximo Kirchner, el hijo de Cristina, y el gobernador de PBA, Axel Kicillof, quien queda ahora como principal líder del peronismo.
Esa región del Gran Buenos Aires es el corazón territorial del justicialismo bonaerense con 19 municipios, 17 de ellos en manos peronistas. Las estadísticas muestran que en las elecciones de 2023 allí Unión por la Patria consiguió el 51 por ciento de los votos.
En él Kicillof quien recién presentó su armado Movimiento Derecho al Futuro tiene a intendentes que le son leales: Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada) y Fabián Cagliardi (Berisso); esos son sus más cercanos.
También se alinean a su favor Fernando Espinoza (La Matanza), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Juan José Mussi (Berazategui) y Andrés Watson (Florencio Varela).
Por La Campora están allí las intendentas Mayra Mendoza (Quilmes) y Marisa Fassi (Cañuelas), así como a Julián Álvarez (Lanús) y Federico Otermín, jefe comunal de Lomas de Zamora.
También se suman Fernando Raitelli (Brandsen) y sectores del Movimiento Evita, señala la revista Letra P.
El sustituto de Cristina saldrá de cómo esas fuerzas concilien sus diferencias. La expresidente estuvo dos días hablando en la sede central del PJ con los dirigentes del partido antes de su condena; seguro habrá dejado orientaciones, sugerencias, ideas. La decisión se debe conocer antes del 19 de julio, cierre de plazo para las postulaciones.
La otra gran batalla es por el control de la Legislatura, con sede en La Plata. Este año se renovarán 18 bancas en la Cámara de Diputados.
Unión por la Patria pone en juego ocho escaños que hoy están repartidos entre La Cámpora, el Frente Renovador, de Sergio Massa, y los intendentes cercanos a Kicillof.
El justicialismo en PBA tendrá un gran desafío fundamentalmente luego de que La Libertad Avanza del presidente Javier Milei está a punto de lograr una alianza oportunista con el PRO de Mauricio Macri, y convoca allí a todo colectivo que se les quiera unir.
Luego de desbancar al PRO en los comicios legislativos de Ciudad de Buenos Aires, Milei de gira por Israel dijo que “ahora va a conquistar la orilla de la Provincia de Buenos Aires”.
Mientras, más pueblo se suma a las manifestaciones que mantienen en tensión al país en protesta por la condena a su amada líder.
El Maipo/PL
