El Reglamento de Deforestación de la UE (EUDR) tiene por objeto frenar la deforestación salvaje y la degradación forestal causadas por la expansión de las tierras agrícolas para producir determinadas materias primas como el ganado bovino, el cacao, el café, el aceite de palma, la soja y la madera. Establece obligaciones relativas a la introducción y comercialización en el mercado de la Unión Europea, así como a la exportación desde él, de determinados productos. El objetivo de esta norma es reducir al mínimo la contribución de la Unión Europea a la deforestación y la degradación forestal mundial, la deforestación importada, así como a las emisiones de gases de efecto invernadero y a la pérdida de biodiversidad mundial.
Tras la propuesta de la Comisión Europea de retrasar el Reglamento de Deforestación de la UE (EUDR), el Partido Popular Europeo (PPE) ha propuesto nuevas enmiendas que allanarán el camino hacia la continua destrucción de bosques dentro y fuera de la UE. Al presentarlas, el grupo ha mostrado su deseo de desregular la legislación ambiental clave, debilitando uno de los logros emblemáticos de la presidenta Von Der Leyen, con graves consecuencias potenciales para los bosques de todo el mundo.
A las puertas de la celebración de COP29 que arranca hoy, este tema cobra una especial relevancia, ya que la deforestación incrementa la emergencia climática.
Con estas propuestas, el Partido Popular Europeo (PPE) eligió el camino de la pose política por encima de la responsabilidad ambiental. Bajo la apariencia de «apoyo a las empresas», las propuestas introducirían un retraso de dos años en la aplicación de la legislación, excluirían a los comerciantes de casi todas las obligaciones e introducirían una nueva categoría de países «sin riesgo». Con estas medidas, el Reglamento de Deforestación de la UE (EUDR) dejaría de ser el único instrumento sólido y eficaz de la UE para evitar la deforestación mundial y el cambio climático y se convertiría en una cáscara vacía que permitiría seguir destruyendo los bosques.
Organizaciones ecologistas consideran que esto es completamente inaceptable. Los ciudadanos han pedido una nueva y fuerte ley contra la deforestación, que fue aprobada democráticamente con el apoyo del Partido Popular Europeo (PPE). Con esta medida, el Partido Popular Europeo (PPE) traiciona la confianza en la política de la UE y comienza a desregular la legislación ambiental clave, lo que supone una enorme vergüenza justo antes de la COP29.
El Partido Popular Europeo (PPE) se convierte en colaborador necesario en la deforestación importada
Los cambios propuestos son una burla a los objetivos del Reglamento de Deforestación de la UE (EUDR), ya que eliminan elementos críticos, como la trazabilidad de muchos productos, y permiten comercializar productos en el mercado de la UE sin los controles adecuados. En lugar de frenar el impacto de la UE en la deforestación mundial, una ley así no sería más que un “árbol hueco”. Esta medida también traiciona a todas aquellas empresas que ya han invertido para prepararse para el Reglamento de Deforestación de la UE (EUDR) y que ahora se enfrentan a cambios profundos y a la pérdida de sus inversiones.
Esta propuesta contradice directamente la urgente necesidad de proteger los bosques, que desempeñan un papel esencial en la mitigación del cambio climático y la prevención de fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones y las sequías. Los cambios propuestos ignoran el claro papel que desempeñan los bosques en la estabilización de los ecosistemas, al tiempo que merman el liderazgo mundial de la UE en cuestiones ambientales.
A pesar de que 1,2 millones de ciudadanos pidieron una ley firme contra la deforestación en 2020 y de que el propio Partido Popular Europeo (PPE) votó abrumadoramente a favor de adoptar la Reglamento de Deforestación de la UE (EUDR) en 2023, las acciones de hoy demuestran que el Partido Popular Europeo (PPE) ni escucha a los ciudadanos ni cumple sus compromisos. El partido también está haciendo caso omiso de su responsabilidad con las muchas empresas que ya han invertido en el cumplimiento del Reglamento de Deforestación de la UE (EUDR) y lo apoyan públicamente, y que verán sus esfuerzos socavados por el retroceso político.
Desde organizaciones ecologistas, piden al Parlamento Europeo que vote en contra de estas enmiendas para demostrar que se preocupa por los bosques, el cambio climático y la biodiversidad, y que defiende las leyes democráticamente adoptadas. El Reglamento de Deforestación de la UE (EUDR) es uno de los logros más significativos del Pacto Verde Europeo y su aplicación debe avanzar sin retrasos, enmiendas ni lagunas. Esta es la única opción responsable para el medio ambiente, para los ciudadanos y para las empresas dedicadas a la sostenibilidad.