Autoridades chilenas decretaron la emergencia sanitaria en la norteña comuna de Arica, fronteriza con Perú, donde cientos de migrantes están varados por la militarización a uno y otro lado de la línea divisoria.
La medida, adoptada por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, permitirá entregar alimentos, agua potable y brindar asistencia en salud a los indocumentados, entre los cuales hay niños que duermen a la intemperie y carecen de insumos básicos.
Desde hace unas tres semanas unos 300 extranjeros, originarios de Colombia, Venezuela, Ecuador, Haití y otras naciones, intentan cruzar al lado peruano para seguir rumbo a sus países o a otros destinos, pero las autoridades vecinas les impiden el paso.
Este martes un grupo de migrantes bloqueó el tránsito vehicular en ambos sentidos en la ruta Perú-Chile para exigir la creación de un corredor humanitario que les permita continuar su camino.
“Queremos irnos y no nos dejan pasar ni para acá, ni para allá. Ni los peruanos, ni los chilenos nos resuelven nada”, dijo al canal Meganoticias un manifestante identificado como Félix.
Añadió que hay personas adultas, niños y mujeres embarazadas y las autoridades no dan la cara por ellos.
El subsecretario chileno de Justicia, Jaime Gajardo, consideró fundamental la colaboración de los países de la región para lograr un corredor humanitario y resolver la situación en la frontera.
“Las conversaciones están en curso, están a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores y tanto el canciller como la subsecretaria están trabajando intensamente en tomar todos los contactos”, dijo Gajardo.
Chile endureció sus medidas contra los migrantes y recientemente la Fiscalía de la Nación anunció que se aplicará prisión preventiva para quienes sean detectados sin la documentación requerida.
Fuente: El Maipo/PL