La inteligencia artificial (IA) es ahora una herramienta crucial para el progreso económico, la gobernanza y la competitividad global. En el marco de los BRICS+, la colaboración en IA ya no es una tendencia emergente, sino un área estructurada y de rápido desarrollo de interés común.
La Inteligencia Artificial (IA) es ahora una herramienta crucial para el progreso económico, la gobernanza y la competitividad global. En el marco de los BRICS+, la colaboración en IA ya no es una tendencia emergente, sino un área estructurada y de rápido desarrollo de interés común. En 2025, este bloque ampliado aprovechará la IA para impulsar la cooperación Sur-Sur, reducir la dependencia de las tecnologías occidentales y desarrollar soluciones digitales adaptadas a las necesidades sociales y económicas específicas de los países en desarrollo.
Desarrollo de capacidades de IA a través de BRICS+
La Cumbre BRICS de 2024 en Kazán marcó un momento crucial, al posicionar oficialmente la IA como el núcleo de la estrategia de desarrollo de los BRICS+. Con la incorporación de cuatro nuevos miembros, la cumbre ratificó el Marco de Cooperación en IA de los BRICS+. Este marco destaca la IA como motor de crecimiento y un activo estratégico, crucial para lograr la autonomía en sectores cruciales como la salud, la educación, la agricultura, la energía y la seguridad. Sus áreas de enfoque abarcan la infraestructura compartida, la investigación colaborativa, el desarrollo de talento y la gobernanza ética.
El recién creado Centro BRICS+ para la Investigación e Innovación en IA, una red colaborativa de centros de IA ubicados en São Paulo, Johannesburgo, Nueva Delhi, El Cairo, Adís Abeba, Moscú, Pekín y Teherán, ya ha iniciado proyectos en áreas clave como el procesamiento del lenguaje, la agricultura inteligente, la predicción climática y los sistemas de identidad digital. Esta importante iniciativa opera en el marco de la Alianza BRICS para la Nueva Revolución Industrial (PartNIR) y cuenta con el sólido respaldo financiero del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), que ha comprometido más de 2000 millones de dólares para impulsar la infraestructura de IA y fomentar el desarrollo de capacidades en todos los estados miembros.
Proyectos conjuntos con impacto local
Los países BRICS+ están aprovechando la IA para abordar desafíos prácticos. Por ejemplo, una plataforma de IA impulsada por los BRICS en Etiopía utiliza imágenes satelitales y aprendizaje automático para mapear el riego y predecir sequías. En Irán, la IA está mejorando la logística hospitalaria y las cadenas de suministro de medicamentos, lo que se traduce en una mayor eficiencia en zonas remotas. Brasil y Sudáfrica también se están asociando con China para desarrollar soluciones de agricultura inteligente, implementando drones con IA para monitorear la salud del suelo y optimizar la aplicación de fertilizantes.
India y Egipto colaboran en sistemas de aprendizaje de árabe e hindi basados en IA para instituciones educativas. Mientras tanto, Rusia e Indonesia investigan estrategias de ciberresiliencia basadas en IA para proteger infraestructura digital vital.
Una fortaleza fundamental de los BRICS+ reside en sus alianzas colaborativas, que se basan en desafíos compartidos y capacidades complementarias. Por ejemplo, si bien algunas naciones aportan experiencia tecnológica (p. ej., China en aprendizaje profundo, India en ciencia de datos, Rusia en robótica), otras ofrecen entornos únicos para realizar pruebas y abordar necesidades locales específicas (p. ej., Etiopía en agricultura, Egipto en gestión del agua, Brasil en monitoreo de la biodiversidad).
El papel de los datos y la infraestructura soberana
El acceso limitado a datos de calidad y a la capacidad de procesamiento ha sido un obstáculo importante para el desarrollo de la IA en el Sur Global. Para abordar este problema, los países BRICS+ están desarrollando el Corredor Digital de Nube BRICS+. Esta iniciativa establecerá una red compartida de almacenamiento de datos y computación de alto rendimiento entre los estados miembros, lo que permitirá a los países ejecutar modelos de IA de forma segura sin depender de servidores con sede en EE. UU. o la UE.
Esta infraestructura, crucial para el desarrollo de herramientas de IA en idiomas locales, ayuda a mitigar los sesgos culturales en los algoritmos globales y a defender la soberanía de los datos. Por ejemplo, la agencia estatal de datos de Etiopía se ha asociado con Rusia e India. Estos acuerdos facilitan el alojamiento de conjuntos de datos de capacitación centrados en los resultados de salud y las brechas educativas en África, con el objetivo de crear una IA localizada que respalde los objetivos del Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA).
Ética compartida e IA responsable
La IA presenta complejos dilemas éticos y regulatorios, incluyendo cuestiones como la propiedad de los datos, los procesos de toma de decisiones y la prevención de sesgos. En respuesta, los países BRICS+ están desarrollando una Carta Ética Unificada de la IA. Esta iniciativa, propuesta por Sudáfrica y Egipto en 2024, busca establecer principios fundamentales de equidad, transparencia, no discriminación y rendición de cuentas pública en todos los países BRICS+.
La carta prioriza valores compartidos como el desarrollo, la soberanía y la equidad, ofreciendo una alternativa a la importación de modelos éticos occidentales de IA. Países como Irán e Indonesia han abogado por estándares éticos que salvaguarden la identidad cultural y las normas locales, a la vez que fomentan la innovación.
Lo que significa para el futuro
En términos económicos, los BRICS+ representan actualmente más del 45% de la población mundial y más del 36% del PIB mundial. Sus inversiones en inteligencia artificial influirán directamente en el desarrollo, la gobernanza y la distribución global de estas tecnologías. El inicio de proyectos conjuntos de IA demuestra una clara intención: los BRICS+ están evolucionando más allá de una alianza política para convertirse en una importante potencia tecnológica.
De persistir esta tendencia, los países BRICS+ podrían reducir su dependencia de las plataformas de Silicon Valley, establecer sistemas digitales adaptados a sus contextos específicos e incluso extender las soluciones de IA a otros países en desarrollo. En particular, para los países africanos, la incorporación de Etiopía, Egipto y Sudáfrica al BRICS+ abre nuevas perspectivas de asistencia en infraestructura, intercambio de conocimientos y aceleración del avance digital.
En la era de la IA, la cooperación es poder. El mensaje es claro: BRICS+ se está posicionando para moldear el futuro, no solo para consumirlo.
Por Sesona Mdlokovana, investigadora asociada de BRICS+ Consulting Group y especialista en África.
El Maipo/BRICS