(Kampala) Uganda está hoy en ascuas por la reaparición en esta capital del ébola, el letal virus que cobró la vida de miles de personas en las cuatro esquinas del planeta.
Las alarmas saltaron por el deceso en el hospital capitalino de Mulango de un menor de cuatro años, el segundo deceso desde el primero en enero pasado, y el reporte de 10 infectados, todos con la cepa Sudán de la letal dolencia.
Los números confirman que a pesar de las expectativas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que el brote fuera contenido, el virus está activo y pujante en este país mediterráneo del este de África.
Caracterizada por fiebre, jaquecas, dolores musculares y hemorragias el patógeno que la provoca se contagia por el contacto con fluidos corporales y tejidos de los infectados.
Hasta el presente no existe una vacuna contra la enfermedad cuya expansión es favorecida por la fragilidad de los servicios sanitarios en la inmensa mayoría de los países del continente, el aislamiento de las poblaciones en las zonas rurales y la inexistencia de una vacuna efectiva.
La única luz al final del túnel la constituye la inmunización experimental iniciada bajo control de la OMS a principios de febrero pasado en esta capital, un ensayo aún en curso.
El Maipo/PL