Por Mongabay Latam
Durante casi un siglo, la palkachupa, un ave endémica de Bolivia, fue considerada extinta. Sin embargo, gracias al trabajo del pueblo indígena leco y un programa de conservación liderado con apoyo de la organización Armonía, su población ha crecido de 600 a más de 1900 ejemplares. ¿Cómo lograron esta recuperación?
¿Por qué se creía que la palkachupa estaba extinta?
Desde su descubrimiento en 1902, la palkachupa enfrentó graves amenazas. La deforestación acelerada y la contaminación llevaron a que esta ave se considerara desaparecida hasta su redescubrimiento en el año 2000. Su hábitat natural había sido reducido drásticamente, lo que puso en riesgo su supervivencia.
¿Qué caracteriza a la palkachupa?
Esta ave mide alrededor de 20 centímetros y destaca por sus colores vibrantes: amarillo y negro, acompañados por una llamativa cola bifurcada larga. “Es un pájaro espectacular por sus colores, su tamaño, su comportamiento. Es una especie paradisíaca”, dice Tjalle Boorsma, de la organización Armonía.
¿Cómo participaron los indígenas lecos en la conservación?
El pueblo indígena leco decidió asumir la defensa de la palkachupa como parte de su identidad cultural y ambiental. La incluyeron en su Plan de Vida, una herramienta social que impulsa la protección directa del ave y su territorio. “La palkachupa es un icono natural del pueblo leco, es un ave que nos representa porque solo existe en Apolo [municipio de La Paz]”, dice Remmy Huanca, dirigente leco.
¿Qué estrategias se implementaron para proteger a la palkachupa?
En 2022 se lanzó el Programa Palkachupa, coordinado entre el pueblo leco y la organización Armonía. Este proyecto estableció 1888 hectáreas de Áreas de Protección Comunitaria, que resguardan el 23 % del hábitat reproductivo de esta ave hasta 2034. Sandra Paredes, del Programa Palkachupa, destaca que “los indígenas son los guardianes del territorio, viven ahí, son los vigilantes, por eso le dan mayor sostenibilidad al proyecto. Las acciones dependen de la voluntad que pongan a la apropiación y al sentido de pertenencia”.
¿Qué resultados ha logrado el programa Palkachupa?
Además de asegurar áreas protegidas, el pueblo indígena leco ha reforestado más de 100 hectáreas con especies nativas que alimentan a la palkachupa, garantizando la recuperación y conservación de su hábitat ancestral. Actualmente, se estima que existen más de 1900 palkachupas jóvenes y adultas, distribuidas también dentro del Parque Nacional Madidi, reconocido por su enorme biodiversidad.
Imagen principal: una palkachupa empolla sus huevos en un árbol. Foto: cortesía Mileniusz Spanowicz / Asociación Armonía
El Maipo/Mongabay



