Miércoles, Marzo 12, 2025

Chile debe ingresar al selecto grupo de los BRICS y ser parte del nuevo orden mundial

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En medio de un convulsionado inicio de año, en que la escena internacional cruje con la escalada ultraderechista del segundo mandato de Donald Trump, el economista y cientista político José Miguel Ahumada se preguntaba a mitad de enero ¿Debe Chile formar parte de los BRICS?

En esta entrevista exclusiva de elmaipo.cl profundizamos sobre esta perspectiva y otras materias que desafían la política económica internacional del país con quien fuera protagonista en el armado del programa del actual Gobierno y primer Subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales del Presidente Boric.

Un comienzo difícil y un aterrizaje forzoso.

El Maipo: El Gobierno del Presidente Boric inició su mandato en un contexto en donde aún se tenía la impresión de que la ola transformadora iniciada en octubre de 2019 estaba en pleno avance, teniendo como telón de fondo el trabajo de la Convención Constitucional, cuyo resultado echaría por tierra las altas expectativas que tenía el Gobierno en ese primer año.

¿Cómo fue ese periodo en que la izquierda gana las elecciones sintiéndose en la cresta de una ola incontenible para pasar a ser parte de un Gobierno de una doble coalición bien improvisada, con minoría en el Congreso y, finalmente, con una derrota catastrófica el 4 de septiembre?

José Miguel Ahumada: Yo creo que cuando llegamos al Gobierno, efectivamente teníamos una agenda que se puede que decir era el punto de encuentro entre parte del Socialismo Democrático y lo que era el Frente Amplio.

Por una parte, se empujaba la línea de una política exterior turquesa … entendiendo turquesa como una política exterior que pusiera el énfasis en la dimensión medioambiental. Especialmente de protección del medio ambiente físico como los mares, dadas las características geográficas de Chile. Y definía una agenda muy interesante que tenía cierta tradición en los gobiernos anteriores.

La otra parte era una política comercial estratégica la cual consistía en reconocer que la política comercial que Chile había implementado desde los 90 para adelante había llegado a un desgaste.

Si uno ve la estructura exportadora, no solamente seguimos exportando los mismos productos en términos de contenido tecnológico de hace 30 años. Esto no es una sorpresa para nadie, también nuestros pilares exportadores están entrando en un desgaste físico y productivo, como lo han planteado economistas como Ricardo Ffrench-Davis, quien ha publicado artículos muy interesantes al respecto y que dan cuenta de estos rendimientos decrecientes. de nuestras exportaciones.

Además, también la política comercial había tenido un impacto en reducir el espacio de políticas productivas, tanto en el plano de inversiones como en el plano de propiedad intelectual, un tema muy importante. También en el plano de medidas referidas a controles de capitales.

Lo que nosotros planteamos como agenda era que había que abrir la puerta a la discusión respecto a los acuerdos comerciales; no tanto en la línea de cerrarlos, sino de reformarlos. Tal como lo estaban haciendo, países con los cuales nosotros tradicionalmente nos comparamos. La Unión Europea lo estaba haciendo; Estados Unidos lo estaba haciendo; Australia lo había hecho; Nueva Zelanda lo había hecho; y también China.

Particularmente en lo referido al TPP 11, el cual tiene un conjunto de mecanismos de resolución de controversias Inversionistas-Estado que hoy día están siendo desechados por la propia Unión Europea, que era lo más paradójico de todo.

Lo que nosotros estábamos planteando era seguir la tendencia. La verdad no era algo tan revolucionario seguir la tendencia; y eso implicaba re discutir parte de lo que es la historia de la política comercial chilena para adecuarla a la nueva coyuntura. Nosotros teníamos la estrategia de abrir el espacio para rediscutir el TPP11 en vez de ratificarlo, había que plantear eliminar estos capítulos de tribunales internacionales, tal como lo había hecho Nueva Zelanda.

Eso, claro, recibió resistencia por parte no solamente la oposición y de los gremios empresariales, también de parte del socialismo democrático.

En parte socialismo democrático, no todos los actores de ese sector político. Hay que recordar que muchos de los senadores del socialismo democrático habían sido actores activos en estas firmas de Acuerdos de Libre Comercio.

Y bueno, yo creo que esa disputa política asimétrica, digámoslo con claridad, nosotros la perdimos.

Nuevo Banco del Desarrollo_BRICS

El BRICS y un nuevo orden económico en desarrollo

Como marco general recordemos que El BRICS representa alrededor del 40% de la población global y un 37% del Producto Interno Bruto mundial por poder adquisitivo.

El BRICS cuenta con 10 miembros plenipotenciarios. A los cinco socios iniciales, se han ido agregando progresivamente Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán y el último, Indonesia a partir del 6 de enero de 2025.

Además, hay otros 13 países en calidad de asociados: Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam.

En un escenario de disputa y guerra comercial, en que venimos viendo de manera progresiva un resurgimiento del proteccionismo, tendencia que favorece el actuar arbitrario de los poderosos y la indefensión de las economías pequeñas, perdiéndose toda certeza jurídica ¿Qué podría aportarnos acercarnos al BRICS desde una economía emergente y pequeña como la nuestra?

JMA: Respecto al tema del proteccionismo. Claro, a mi modo de ver, la discusión respecto al quehacer en materia política comercial se puede dividir en dos vertientes, una con mucha más de prensa y otra con menos prensa.

La primera, que dice, dado que estamos en un contexto de proteccionismo en el cual Trump está aumentando los aranceles, más allá de acuerdos comerciales o no. La Unión Europea está aumentando aranceles haciendo política industrial, restringiendo la entrada de capitales chinos, etcétera. En ese contexto, lo que tiene que hacer Chile es resguardarse en sus tratados de libre comercio como una economía chica, resguardarse, protegerse en esa red comercial y tratar de estar fuera del radar de esta guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Entonces manteniéndose fuera del radar, nada nos va a afectar y nosotros nos mantenemos bien protegidos con la red de acuerdos comerciales que nosotros hemos defendido.

Eso, a primera vista, suena un proyecto bastante razonable, dado lo que tenemos. Sin embargo, yo creo que ese tipo de estrategia lo que hace es mantenernos en la posición de una economía con una estructura productiva que está siendo crecientemente desgastada.

Una economía que está estancada desde hace 15 años y que no logra escalar en las cadenas de valor, en las cuales nosotros podemos ser competitivos, litio, cobre, entre otros sectores.

Yo creo que hay una segunda estrategia. Que es más de avanzar y que yo creo tiene más chances para poder hacer que Chile avance hacia el desarrollo. Lo primero es diversificar nuestras pertenencias, no solamente anclarnos con una red de acuerdos comerciales muy vinculados al mundo occidental.

Tratar de abrirnos a otras regiones y a otras esferas económicas que hoy día están teniendo, y esto es lo más paradójico, mucha más influencia en las relaciones económicas internacionales. Fíjate tú que el G7 en 1995 representaba un 45% del PIB mundial. El BRICS en ese entonces representaba un 15%. Hoy El BRICS representa un 35% del PIB mundial y el G7 un 30%. O sea, el BRICS ha aumentado radicalmente su capacidad productiva, mientras que el G7 va cayendo.

Yo creo que una posición razonable es diversificar nuestros vínculos, nuestras pertenencias, no solamente con lo que ya tenemos con el mundo occidental, sino también fortalecer las relaciones que tenemos con los países del BRICS.

EM: ¿Tú estás hablando sobre la nueva tendencia del Sur Global? Cómo el África está creciendo. Etiopía…

JMA: Claro, claro, fíjate… el comercio dentro de los países del Sur Global ha aumentado fuertemente. Recomiendo mucho un informe de la UNTAD del año pasado del Trade Undevelopment Report que analiza el comercio dentro del Sur Global y que muestra este crecimiento.

Por otra parte, las fuentes de acceso a financiamiento ya no son solamente el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Hoy día China está levantando su propio banco del desarrollo. El BRICS tiene un banco gigante del desarrollo.

Si lo que nosotros queremos como país, es aumentar la inversión para reconstruir una infraestructura acorde a los tiempos que necesitamos. Si necesitamos invertir mucho más en términos de política o empresas que puedan procesar, por ejemplo, el litio que puedan procesar el cobre, etcétera. Si eso es lo que necesitamos y urgentemente ¿Acaso no es razonable que nosotros podamos tener una canasta más diversificada de acceso a financiamiento?

Y acaso, si lo que acabo de decir es correcto, pertenecer de alguna forma al BRICS ¿No genera las señales correctas? Para que, por ejemplo, este nuevo Banco de Desarrollo pueda financiar proyectos de inversión en Chile.

EM: Entendiendo eso, justo lo que tú dices ¿por qué dentro del radar de Chile no ha existido el BRICS? Y no digo solo en este Gobierno, si no que los anteriores también. Y atendiendo al hecho de qué muchos países ya se han incorporado de alguna forma, y seguramente muchos más están observando y evaluando las oportunidades que puede bridarles ese espacio de articulación multilateral, y a estas alturas global.

JMA: Mira, yo creo que ahí hay una inercia en términos de la reflexión de la política comercial y la política exterior y algunos prejuicios. Yo creo que el primer prejuicio que se asocia el BRICS es verlo casi como si fuera una especie de Pacto de Varsovia; como que si lo que viniera a hacer es desestabilizar todo el orden multilateral, una alianza de países no democráticos y la cual Chile no pertenece debido a su historia republicana.

Y que nosotros tenemos que estar en el lado de los países democráticos, en contra de este bloque de países no democráticos. En el fondo, una especie de pensamiento polarizante, un pensamiento propio de la Guerra Fría, de la postguerra.

Yo creo que ese no es el mundo en el cual estamos hoy día. Quien está desmantelando el orden multilateral no es China, es Estados Unidos. Y no es Trump, fue Obama el que desmanteló el órgano de apelación de la OMC, y hace que hoy día la OMC no pueda funcionar y esté de facto muerta. No fue una invasión o una intervención de China. China pertenece a la OMC. Fueron los últimos gobiernos norteamericanos los que provocaron esto.

Quienes están planteando políticas industriales y políticas arancelarias, saltándose todos los acuerdos bilaterales y multilaterales de libre comercio son Estados Unidos y la Unión Europea. Entonces quienes están desmantelando el orden multilateral no son estos países no occidentales entre comillas, es el propio Occidente el que ha dado un giro en términos de su política.

EM: Lo que tú dijiste es un tema cultural, un tema cultural de Chile. Pero, más allá de esta dimensión ¿Se puede ver en esta invisibilización del BRICS en nuestro país algún compromiso o dependencia con Estados Unidos o algunos países europeos para no ir más allá, para mantenerse lejos, ajenos a este espacio de articulación internacional?

JMA: Mira, yo lo vería de la siguiente forma. Yo lo veo más como una cuestión de inercia ideológica de parte de cierta élite con mucha influencia, mucha red. Porque en realidad, si hablamos de lazos comerciales, el 40% de nuestro comercio es con China, no es con Estados Unidos.

La Unión Europea y Estados Unidos están presos de sus propios estancamientos económicos, lo hace que Chile no tenga lazos de dependencia comercial con esos actores.

Y yo creo que es un prejuicio ideológico, porque claro están China y Rusia, pero también está la India, que es la democracia más grande del mundo, También están Brasil y Sudáfrica con gobiernos democráticos.

Además, no solamente eso, por ejemplo, respecto de la guerra entre Rusia y Ucrania, Brasil ha dicho en las Naciones Unidas constantemente que está contra esa guerra.

Yo creo que El BRICS es menos articulado, en términos de su agenda, de lo que nos quieren hacer creer en la discusión pública. El BRICS tiene una agenda de discutir el orden multilateral, pero es más bien un foro en el cual se discuten estos temas para ver cómo poder reformar, por un lado, el orden multilateral, pero también cómo poder ayudar a que el Sur global pueda tener una canasta más diversificada de financiamiento y puedan fortalecer los lazos comerciales.

En un mundo en el cual la geopolítica es economía y la economía geopolítica, no se puede decir que el BRICS solo sea un bloque geopolítico, es también un bloque económico. Sus propias instituciones así lo atestiguan.

Por otro lado, decir que el BRICS quiere desmantelar el orden multilateral, Hasta donde yo sé, el BRICS quiere abrir la discusión respecto a cómo reformar el orden multilateral. ¿Y acaso eso no es lo que queremos todos? Si el orden multilateral está en crisis.

Perdón, pero el orden multilateral, por ejemplo, la OMS, fue incapaz de dar alguna solución ante el Covid. ¿Logró generar algún tipo de reforma en su régimen de propiedad intelectual cuando el mundo necesitaba acceso a vacunas? No lo pudo hacer.

¿Logró la OMC dar algún tipo de reforma para afrontar la crisis del 2008? Tampoco la ONU ha logrado frenar la guerra entre Rusia y Ucrania. Y tampoco lo que ha sucedido en Israel.

Entonces ¿No podemos desconocer lo que es evidente? que el orden multilateral ya está en crisis. Y que hacer vista gorda a eso profundiza la crisis. Lo que hay que hacer es que Chile, si quiere tener algún tipo de voz en este tipo de discusiones, es participar en diferentes foros. Y yo creo que el foro del BRICS es un foro razonable, en el cual se pueden también establecer este tipo de discusiones.

¿Por qué ingresar como asociado al BRICS?

EM: El 20 de enero junto a Andrés Bórquez, publicaron en La Tercera la columna Chile, BRICS y una política exterior estratégica. ¿Cuáles son los argumentos que sustentan que Chile se integre como asociado al BRICS?

JMA: Lo primero, si lo que nosotros queremos es tener un acceso diversificado a capitales, el BRICS también es un foro económico. Y ahí está el nuevo Banco del Desarrollo, en el cual podemos también acceder a financiamiento.

El siguiente punto es que si Chile quiere tener algún tipo de voz en las discusiones respecto a qué tipo de orden multilateral queremos en el futuro, ser parte del BRICS también es una ventaja. Esto, si Chile quiere tener un rol activo en las relaciones internacionales, como lo fue durante los años 60 y 70. No olvidemos que la UNCTAD se hizo acá en Chile durante el gobierno del compañero de Allende.

Si queremos tener una influencia y si queremos que Chile sea un actor fundamental en la discusión de este tipo de reformas, el BRICS también un espacio para abrir esta discusión y para que Chile sea escuchado de igual a igual con países del Sur global, al cual nosotros también pertenecemos.

También, creo que una de las características de la política exterior chilena es el pragmatismo. Y ahí yo creo que todos estamos de acuerdo, porque el pragmatismo también implica discutir y llegar a acuerdos y llegar a consensos con países que no necesariamente tienen las mismas creencias que nosotros en la dimensión política y económica.

Por lo tanto, si lo que necesitamos de forma pragmática hoy es diversificar nuestro acceso, no solamente a financiamiento, sino a foros de discusión. Bueno, ser parte del BRICS también puede ser una opción viable.
Probablemente se va a decir que Chile ya tiene tratados de libre comercio y acuerdos comerciales con todos los países del BRICS. Pero ese argumento no impidió que Chile fuera parte del TPP, a pesar de que ya teníamos TLC con cada uno de sus países, porque sostenían que el TPP también era una buena plataforma, en un contexto geopolítico de protegernos.

Lo que decían esas personas, era que había que ser parte del TPP porque había que pensar la economía y la política comercial como algo más allá de lo meramente comercial de exportación e importación, sino también como un mecanismo de protección claro, un objetivo estratégico.

Yo creo que es un argumento profundamente equivocado. No obstante, yo creo que en este caso si se aplica; porque el BRICS no es solamente un acuerdo comercial. No es un foro que desgrave aranceles, sino que un foro de discusión y de acceso a financiamiento. Y eso no lo cubren los tratados de libre comercio. Si lo cubre pertenecer al BRICS y discutir de tú a tú, con otros países.

Y, finalmente, otro argumento que es más de política coyuntural. Chile quiere ampliar el acceso al mercado de la India. Yo creo que no es una mala idea. Nosotros dependemos mucho de China y abrirse más a hacer un acuerdo comercial con la India, creo que podría, en principio, ayudar a una diversificación exportadora.

La India es una economía muy grande, es la economía más poblada del mundo. El país más poblado del mundo.

Mirar a Chile, poner en la agenda un acuerdo comercial con Chile no es una prioridad con un país tan chiquitito como nosotros. Pero si vamos a ganar espacio para eso, si nos ven sentados en la misma mesa discutiendo temas de igual a igual en materia multilateral. Si nos van a empezar a considerar mucho más, si nosotros somos parte también de un foro en el cual India apuesta mucho.

Entonces yo creo que tanto por criterios coyunturales, como por esta dimensión estratégica a largo plazo. Yo creo que es una buena idea pertenecer como miembro asociado.

Participar como observadores en la agenda de reuniones en Brasil 2025

EM: Bueno, ya tenemos sobre la mesa tu argumentación en favor de que Chile empuje por ingresar como asociado al BRICS. Habrá que ver cómo se amplia y profundiza esta discusión en el país, que como hemos visto tiene aspectos económicos, comerciales, geopolíticos y políticos.

Pero, más allá de una discusión, cómo crees que se podría pasar de ser una buena idea, detractores más, detractores menos, a ser un proceso.

¿Qué acciones crees se podrían realizar en lo inmediato?

JMA: Bueno, este año Brasil va a estar a cargo de la Presidencia del BRICS. Es decir, va a tener un rol fundamental y yo creo que es una muy buena oportunidad para producir acercamientos concretos.

Aclaremos que el ingreso al BRICS no depende de la mera voluntad de un país, no basta con manifestarse en ese sentido, esta voluntad debe ser procesada por los órganos competentes, quienes en un proceso complejo aceptan o no al postulante.

Pero un primer paso es ir como como observador. Voy a dar una primera señal política, y eso lo puede hacer este Gobierno.

Yo creo que, si queremos que este Gobierno en materia de política comercial no se quede con el gran giro en 180 grados del TPP, sino que también haga algunos gestos, algún tipo de señal de una política de comercio exterior más progresista, bueno, ese gesto podría ser que vaya de observador a las reuniones que se realizarán en Brasil durante este año 2025.

BRICS, cambio climático, soberanía y seguridad alimentaria, migración.

EM: José Miguel, detrás de estos escenarios globales hay temas muy concretos para los países y sus territorios. Por ejemplo, para la cuenca del río El Maipo, que es donde nuestro medio se inserta, temas como el cambio climático y la escasez hídrica, o la agricultura y la soberanía y seguridad alimentaria, son problemas en dónde estos temas de geopolítica y economía global se concretizan cotidianamente. ¿Cómo los relacionas con esta discusión de la relación potencial de Chile y el BRICS?

JMA: Partamos por el tema de la soberanía y seguridad alimentaria.

En el contexto de crisis generada por el COVID, lo que fue el corte de los circuitos comerciales fue una alerta clara de la necesidad de hacer una apuesta mayor por la soberanía alimentaria.

Pero ¿cómo dialoga esa demanda con la dimensión internacional?

Yo creo que una forma de avanzar hacia eso es fortalecer los vínculos con nuestra región. Una soberanía alimentaria a nivel regional. Dadas las características geográficas y naturales del cono sur de América Latina en general, yo creo que es urgente una agenda de soberanía regional alimentaria. Eso permitirá mejorar las cadenas, permitirá fortalecer el comercio también entre los países de la región.

América Latina es una región que comercia poco entre sus países. Si uno lo compara con la Unión Europea, uno de los grandes desafíos que nosotros tenemos es fortificar el comercio al interior de nuestra región. Y creo que una agenda en esa dimensión de soberanía alimentaria, de poder priorizar alimentos de la región para poder estar bien protegidos ante futuras crisis internacionales.

No obstante, eso requiere una alianza regional que se ve compleja hoy, especialmente por el rol de nuestros vecinos argentinos en esta coyuntura.

EM: ¿cuál es el grado de importancia que el mundo de la agricultura le está dando a la seguridad y soberanía alimentaria?

JMA: Yo creo que, en términos generales, el sector agrícola es un sector que tiene unos gremios demasiado fuertes. Por lo tanto, lo que emerge de demanda por el sector agrícola está muy alineado con los intereses gremiales.

Esto en dos dimensiones: fortalecer el sector agrícola para las exportaciones; y el sector agrícola para el mercado interno, que es más pequeño.

Pero una agenda de soberanía alimentaria, como lo estás planteando, no ha tenido un debate serio, más allá que en ciertos nichos de nuestro país. Y yo creo que se sería fundamental que se desarrollara.

EM: Otro tema asociado a la agricultura y soberanía alimentaria se relaciona con el tema de las semillas transgénicas.

JMA: Urge una reforma a los instrumentos de propiedad intelectual de patentes, como se abrió cierta discusión durante lo que fue la pandemia del Covid. Y es urgente tanto por el tema agrícola, que tú señalas como por el tema de cambio climático.

Es decir, lo que levantó el Sur Global, incluido India, durante el Covid, y durante la crisis climática, era hacer excepciones a las patentes para asumir el tema del Covid y para asumir la crisis climática, para que tecnologías sostenibles puedan tener acceso libre de regiones como los países del Sur Global.

Ese tipo de agenda creo que es fundamental como un argumento más, especialmente con países participantes como la India, para estar en el BRICS.

EM: Junto a la crisis climática y sanitaria, además de la proliferación de conflictos, se ha generado una gran cantidad de desplazados por motivos políticos y económicos, generando un flujo migratorio de enormes dimensiones. Chile se ha transformado en un país receptor de migrantes y en pocos años a multiplicado varias veces su población de extranjeros.

Uno de los sectores que más ha recibido trabajadores migrantes es precisamente la agricultura, donde progresivamente se ha ido reemplazando la mano de obra nacional por trabajadores extranjeros. Muchos de estos trabajadores y trabajadoras llegan de manera irregular y muchas veces en condiciones de trata de personas, trabajando en faenas agrícolas sin las mínimas condiciones.

JMA: en el tema laboral del sector agrícola, es particularmente problemático porque como son muchos los trabajadoras y trabajadores temporales. Así, el tema de la visa, el tema de acceder legalmente al trabajo es muy complejo. El sector agrícola lo sabe y lo pone en la agenda. Y no hay una respuesta fácil a eso por ahora.

El Maipo

Esta nota contó con la colaboración de la revista Portal Socialista

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