(Brasilia) El Gobierno de Brasil definió hoy como momento del cambio, o elegir la catástrofe, la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30), programada para noviembre en Belém, capital del norteño estado de Pará.
En carta abierta divulgada este lunes, el presidente de la COP30, embajador André Corrêa do Lago, advierte al respecto, al delinear los desafíos del esperado foro.
Con 11 páginas, el texto fue distribuido a los 197 países signatarios de la Convención-Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Se trata, según Corrêa do Lagos, de algo más que una misiva dirigida únicamente a los gobiernos.
«Es un documento también para los parlamentos nacionales, para los tribunales y para la sociedad civil en su conjunto», refiere.
Sin citar específicamente a ningún país, pero en clara indirecta a Estados Unidos por la salida del Acuerdo de París, el embajador exalta la acción conjunta.
Recalca que la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de retirar a su país de ese compromiso «debilita el multilateralismo», pero la aplastante mayoría de los países del mundo «cree firmemente» en que las negociaciones globales son el único camino frente al cambio climático.
Al aceptar la realidad y combatir la catástrofe, el cinismo y el negacionismo, la COP30 debe ser el momento de la esperanza y las posibilidades a través de la acción, nunca de la parálisis y la fragmentación, indica la carta.
Recuerda que 2024 fue el año más caluroso de la historia y el primero en que la temperatura media global superó 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
«El cambio es inevitable, ya sea por elección o por catástrofe. Si el calentamiento global no es controlado, el cambio nos será impuesto, desestructurando nuestras sociedades, economías y familias», apunta Corrêa do Lago.
Para el diplomático brasileño, uno de los aspectos más complicados de las negociaciones es llegar a consensos para aumentar la ayuda a los países en desarrollo que se comprometan a mantener en pie sus selvas, como contribución al combate al cambio climático global.
Especialistas aseguran que la COP30 tendrá grandes desafíos. La conferencia de Azerbaiyán del año pasado no resolvió completamente el tema de la financiación climática.
Brasil tendrá la responsabilidad de reanudar el debate y avanzar en acuerdos para la preservación ambiental y climática.
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, la COP 30 podría dejar como «gran legado» la renovación de los compromisos con la reducción de las emisiones de gases contaminantes y el fin de los debates que Azerbaiyán no ha concluido.
El Maipo/PL