Brasilia, 17 sep (Prensa Latina) El cambio climático, calor, sequías extremas, ráfagas de viento, deforestación, prácticas agrícolas como la quema para despejar tierras y otras actividades humanas son algunas causas de la ola de incendios forestales que afecta hoy a Suramérica.
La región enfrenta desde hace meses fuertes batallas contra el fuego que arrasa con humedales, como los del centro oeste de Brasil, y en el sureste, zonas selváticas como la Amazonía, entre otros biomas.
Según el Centro de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales de Brasil, el país sufre la peor sequía registrada, que ha afectado al menos al 59 por ciento de su superficie.
Asimismo, el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de este país, señaló que este año, hasta el 12 de septiembre, se registraron 350 mil 730 incendios en América del Sur.
Otros datos del INPE indican que este año se registraron 346 mil 112 focos en todas las naciones del continente, lo que supera el récord registrado en 2007, cuando hubo 345 mil 322 y el mayor número de incendios este mes ocurrieron en Brasil y Bolivia, seguidos de Perú, Argentina y Paraguay.
El humo envuelve ciudades como Sao Paulo en Brasil, o las ruinas de Machu Picchu, una de las siete maravillas del mundo en Perú, donde los incendios forestales causaron la muerte de 15 personas, decenas de heridos y miles de hectáreas arrasadas.
Ante este panorama, la Mancomunidad Regional Amazónica -conformada por Amazonas, Cusco, Huánuco, Loreto, Madre de Dios, San Martín y Ucayali- y el Consejo Amazónico de Cámaras de Comercio solicitan al gobierno de Dina Boluarte la declaratoria de emergencia ambiental de la Amazonía ante los incendios forestales.
En Brasil, el Tribunal Supremo autorizó fondos extraordinarios para combatir el fuego lo que le da autorización al presidente Luiz Inácio Lula da Silva a utilizar los montos para extinguir los incendios.
Bolivia declaró «situación de desastre» a causa de los incendios en el país, donde actualmente hay más de tres mil focos activos en la Amazonía y la Chiquitanía.
Este lunes, el presidente Santiago Peña, encabezó un acto donde el gobierno de Paraguay entregó certificados de gratitud y reconocimiento a los ocho integrantes de la tripulación del avión C-130 de la Fuerza Aérea Uruguaya que contribuyó a los trabajos de extinción de los incendios forestales en el Chaco paraguayo.
Estos países sufren ya las consecuencias negativas económicas, sociales y ambientales que van desde la pérdida de vidas, hogares, animales y alimentos hasta la pérdida de biodiversidad, cortinas de humo y la denominada «lluvia negra».
El pasado miércoles, Lula llamó a las naciones ricas a financiar la protección de la Amazonía afectada por numerosos incendios.
«Estamos comprometidos en la lucha contra la sequía, la deforestación y los incendios», afirmó Lula y enfatizó en la gravedad de la situación.
Lula y subrayó que los eventos climáticos extremos se volverán cada vez más comunes si no se toman medidas efectivas.
La severidad de la actual sequía ha provocado la disminución de ríos esenciales para la navegación y el abastecimiento de agua, lo que ha llevado a una crisis humanitaria en áreas remotas. «La situación es muy grave», dijo el mandatario brasileño, y aseguró que «debajo de cada copa de árbol vive una persona» y hay que entender «la preservación de la selva como una forma de vida»,.
El jefe de Estado del gigante suramericano instó a «actuar de forma responsable» porque «estamos destruyendo el mundo en el que vivimos».
Fuente. El Maipo/PL