Critica teatral por Miguel Alvarado Natali
Acevedo: Con parafina alcanzo el Nirvana”. Es un drama ficticio, cargado de metáforas, el juicio a un país que no ha cambiado y un viaje emotivo a la historia de un hombre en llamas. Dirigida por Soledad Cruz y escrita por Iván Fernández, que ya nos había sorprendido con “ “Piedad” y “Artificial”, obras con una sombra de violencia de género y terror. Bajo la Compañía de Teatro La Maulina, se está presentando en Matucana100 hasta el 6 de Agosto.
Inspirada en el caso de Sebastián Acevedo, el cual se inmoló en pleno centro de Concepción, luego que sus hijos fueran detenidos por la CNI, la policía secreta de Pinochet en 1983 cuando la dictadura estaba desatada tomando opositores. Dos días después Acevedo en señal de protesta, se roció parafina en la Plaza de Armas de Concepción y prendió fuego a sus ropas, muriendo por las quemaduras.
Después de 20 años la joven chilena Magdalena Acevedo (alcance de nombre con Sebastián) quien fuera adoptada en su adolescencia por monjes tibetanos, vuelve a Chile. En este viaje de retorno hay todo un planteamiento filosófico y religioso que llevan a Madalena al mismo sitio donde Sebastián de quemó a lo bonzo, con la intensión de repetir este suceso y alcanzar la iluminación: Entrar en el nirvana.
La actriz Carol Henríquez (“perros”, “Piedad”), hace una actuación potente, intensa, delirante. Ella es extraordinaria, su personaje desborda versatilidad y logra transmitir ese sentimiento a veces angustiante, sobrecogedor y hasta placentero de mirar la muerte desde el Himalaya hasta la Cordillera de los Andes. Su personaje de Magdalena, nos va planteando interrogantes del ser, de la vida y nos muestra un viaje sin retorno desde el Tibet. Ocupando muy bien el espacio escénico y con la intervención de los actores Christian Godoy, Nicolás Pavez, Alvaro Troncoso y Aurora Baeza construyen una historia que se cruza con el pasado doloroso de un Chile oscuro. Mientras la escenografía muy bien diseñada por Tania González, un poco abstracta, pero contemporánea, de montañas colgando del cielo, pero que a la vez alumbran esta aventura de volver a una patria desconocida. La iluminación de Daniela Portillo hace que las escenas tengan sentido y terminen por crear una atmósfera cálida e intima y si a esto le sumamos el aporte musical de Alejandro Miranda se completa ese sentido estético de esta bella presentación.
“Ojalá este país infame hubiera ardido en las llamas de la revolución, ojalá la Magdalena Acevedo no tuviera tierra a la que volver para esparcir sus cenizas, pero el destino es cruel y sus vueltas jamás se pueden predecir”
Este es parte del diálogo de la voz en off de la obra «Acevedo: Con parafina alcanzó el nirvana», la cual es un viaje para cumplir una misión. Una autoimpuesta, espiritual o esa porfía de volver y volver a la tierra que te vio nacer, porque quemarse a lo “bonzo” tiene la misma importancia en el Tibet y en Chile, el oriente se cruza con las mismas injusticias que occidente, pueblos oprimidos donde este acto de protesta tan radical puede liberarte. Es una puesta en escena lúdica, creativa, una narrativa potente, un viaje místico, lleno de emociones encontradas, donde todo está unido y nada muere. El fuego aquí adquiere otra dimensión y que solo es extinguido por el aguacero implacable del sur de Chile, que ya se olvidó de Sebastián Acevedo, quien se inmolo el año 1983 en la ciudad de Concepción. Es un montaje que nos hace reflexionar de un Chile que de una u otra manera se quema a lo bonzo cada día.
Para Crónica Digital/El Maipo
Dramaturgia: Iván Fernández | Dirección: Soledad Cruz Court | Actriz: Carol Henríquez | Intérpretes colaboradores: Christian Godoy, Luis Lassen, Pablo Silva y Sol Barrera | Voces en off: Nicolas Zarate, Nicolas Pavez, Alvaro Troncoso y Aurora Baeza | Composición musical: Alejandro Miranda | Diseño espacio escénico: Tania González | Artista visual Colaboradora: Milena Moena Moreno | Diseño iluminación y vestuario: Daniela Portillo | Asistente de Diseño de Vestuario e Iluminación: Nicolette Michael | Realización de Vestuario: Gina Vásquez | Realización Máscaras: Alejandra Rivas | Dirección coreográfica: Tamara Ferreira | Jefe Técnico: Javier Ibarra | Comunicaciones: Agencia Rizoma | Diseño gráfico: Daniela Bunker | Coach vocal: Estefanía Flores | Producción: Francesca Ceccotti y Lynda Mebtouche