Un turista alemán fue sorprendido dañando las paredes del Coliseo romano, indica hoy un comunicado, tercer caso en tres semanas de un delito que amenaza con convertirse en tendencia en Italia, donde los sitios arqueológicos son joyas invaluables.
Una nota de las autoridades municipales, divulgada este domingo en el sitio digital del diario Il Giornale y en otros de los principales medios informativos, señala que el transgresor, un estudiante germano de 17 años, fue conducido a la comisaría el sábado último, acusado por el servicio de vigilancia del milenario anfiteatro imperial.
El hecho tuvo lugar a solo 21 días del protagonizado por un turista británico de origen búlgaro, de 31 años de edad, quien fue filmado por otro visitante cuando grababa su nombre y el de su novia en las paredes de la antigua edificación, construida entre los años 72 y 80 de nuestra era, en tiempos del emperador Vespasiano.
Solo 48 horas antes del último hecho, el 14 de julio, una joven suiza de 17 años, también fue sorprendida mientras escribía en un ladrillo la letra N, al parecer de sus iniciales.
Por tales intentos de dejar sus huellas en ese monumento se presentaron cargos contra los tres, que ahora pueden enfrentar cuantiosas multas y hasta penas de cárcel.
Tras el primer hecho detectado este año, ocurrido el 25 de junio, el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, señaló que la profanación del Anfiteatro Flavio, nombre oficial del Coliseo, es “un acto que ofende a todos aquellos que aprecian el valor de la arqueología, los monumentos y la historia en todo el mundo”.
“Ahora espero que la justicia siga su curso aplicando con rigor las leyes” manifestó, y añadió que si el caso “llega a juicio, el Ministerio de Cultura comparecerá como parte civil”, en reclamo de la imposición de una multa que puede llegar a los 15 mil euros.
De hecho, a fines de noviembre de 2014, un turista ruso de 42 años fue condenado a cuatro meses de prisión y una multa de 20 mil euros, por esculpir una letra K, de 17 centímetros de ancho y 25 de alto, en una de las paredes internas del Coliseo.
Fuente: El Maipo/PL