El Partido Radical, fundado un 27 de diciembre del año 1863, es la colectividad política más antigua de Chile y que se encuentra ad portas de su disolución luego de no alcanzar los cuatro parlamentarios necesarios en las recientes elecciones parlamentarias. La situación ha desatado una profunda crisis interna y acusaciones cruzadas entre la dirigencia y un grupo de militantes.
Comunicado oficial reconoce la crisis
A través de un comunicado emitido por la Directiva Nacional y el Consejo Ejecutivo Nacional, el partido reconoció enfrentar “un escenario complejo” que invita a “reflexionar profundamente sobre nuestro rol, nuestras prácticas y nuestra relación con la ciudadanía”.
Tras más de un siglo y medio de historia, el radicalismo enfrenta ahora un proceso de cancelación de su personalidad jurídica como colectividad. A pesar de calificar la situación como difícil, la directiva aseguró que “volveremos a mirarnos como colectividad, a escucharnos, a unirnos”.
La dirigencia presentó sus renuncias “por dignidad, humildad y respeto hacia quienes depositaron su confianza”, aunque permanecerán en sus cargos hasta la cesación de la vigencia del partido, según establece la normativa vigente. El proceso de liquidación implica un período de aproximadamente 60 días, durante el cual el Administrador de Fondos deberá actuar como liquidador para saldar las deudas pendientes.
Militantes acusan maniobras para controlar bienes del partido
La situación se ha tornado más compleja tras las acusaciones de 173 militantes y ex militantes, quienes denunciaron que la Mesa Directiva Nacional estaría buscando “perpetuarse en lo administrativo” y apropiarse de los bienes y sedes partidarias mediante la creación de una fundación.
En su comunicado, los firmantes rechazaron el accionar de “un pequeño grupo de dirigentes nacionales” que habrían actuado en complicidad con la mesa directiva para decidir “entre cuatro paredes” el destino de los activos del partido.
“Desde todos los rincones del país hacemos un llamado a toda la militancia nacional y a los dirigentes de las asambleas a no permitir que el señor Leonardo Cubillos y su mesa sigan al mando y la conducción de los bienes partidarios”, señalaron los militantes disidentes.
Propuesta alternativa para administración de bienes
Los militantes exigieron que ningún miembro de la directiva actual forme parte del proceso de liquidación “por tener conflictos de interés con el partido”, y que tampoco participen los diputados que perdieron la elección el pasado 16 de noviembre “por temas de equidad y justicia social”.
En su lugar, propusieron una lista de cinco nombres para custodiar las sedes y bienes del Partido Radical, “radicales honorables” que garanticen el resguardo de estos activos para un eventual proceso de creación de un nuevo partido con “valores laicos, republicanos y éticos”.
Los nombres propuestos son:
- José Antonio Gómez, ex presidente nacional del Partido Radical
- Augusto Parra, ex presidente nacional del Partido Radical
- Roxana Sepúlveda, ex concejal de Quilpué
- Patricio Pérez Márquez, abogado y dirigente histórico del Partido Radical
La crisis del Partido Radical marca el fin de 162 años en la historia de la política chilena, mientras sus militantes se debaten sobre el futuro de su legado institucional y patrimonial.
El Maipo



