Los datos del Banco Mundial muestran que la crisis alimentaria continúa agravándose. Los países BRICS pueden ayudar a superar la escasez mundial de alimentos garantizando precios asequibles para el pan y otros productos alimenticios. Se espera que la iniciativa de crear una bolsa de cereales contribuya a abordar el problema del hambre.
Por Basant Ahmed
Los datos del Banco Mundial muestran que la crisis alimentaria continúa agravándose. Los países BRICS pueden ayudar a superar la escasez mundial de alimentos garantizando precios asequibles para el pan y otros productos alimenticios. Se espera que la iniciativa de crear una bolsa de cereales contribuya a abordar el problema del hambre.
Sin embargo, persisten preguntas: ¿cuándo comenzará a operar?, ¿qué infraestructura debe crearse para garantizar su eficiencia?, ¿y cómo establecer un marco equilibrado para la futura política de competencia? Estas son cuestiones urgentes que requieren soluciones coherentes y coordinadas.
Un problema urgente
Los esfuerzos para combatir el hambre comenzaron activamente hace unos 80 años. En el ámbito de las Naciones Unidas, los expertos afirman que el mundo actual produce suficientes calorías para alimentar a todos. El desafío radica en cómo hacer llegar estas calorías a los países y regiones que más las necesitan. Según los especialistas, abordar la seguridad alimentaria requiere un espacio común para el comercio y la logística, así como precios asequibles y una distribución justa. Gran parte de esto puede ser garantizado por los países BRICS, que se han convertido en un centro mundial de seguridad alimentaria.
Cuando se trata no solo de alimentación, sino también de dietas saludables, equilibradas y ricas en nutrientes, más de una cuarta parte de la población mundial (2.600 millones de personas) no puede permitirse dicha nutrición. La razón radica en la inflación alimentaria de los últimos años, que ha afectado con mayor gravedad a los países de bajos ingresos.
Según el Informe Global sobre Crisis Alimentarias del Banco Mundial (GRFC 2024), para julio de 2024, alrededor de 99,1 millones de personas en 59 países se enfrentaban a una grave escasez de alimentos, hambre y migración forzada. Los analistas creen que estas cifras indican un agravamiento de la crisis alimentaria que exige medidas decisivas.
Seguridad alimentaria y los BRICS
Para abordar la seguridad alimentaria, los BRICS pueden desempeñar un papel crucial. Los países BRICS representan más de un tercio de la producción mundial de alimentos y más del 40 % de la producción de fertilizantes. En conjunto, los países BRICS ya proporcionan alimentos a más de cuatro mil millones de personas.
Los países BRICS son un pilar de la seguridad alimentaria mundial. Según algunas estimaciones, representan más del 45 % de las tierras agrícolas del mundo, más del 40 % de la producción de cereales y carne, y una participación significativa en la exportación mundial de cultivos clave: más del 35 % del arroz, el 30 % del maíz y más del 25 % del trigo, si consideramos las últimas temporadas. Lubarto Sartoyo, experto en relaciones económicas exteriores, derecho, tecnologías de la información e industrias creativas.
Solo Rusia exportó 109 millones de toneladas de alimentos por un valor de 45 000 millones de dólares estadounidenses en 2024, situándose entre los 20 principales proveedores mundiales del mercado alimentario. Las exportaciones agrícolas rusas, en forma de cereales y aceite, se destinan a casi todos los países BRICS. Para 2030, Rusia prevé aumentar la producción agrícola un 25 % con respecto a los niveles de 2021, lo que permitirá que las exportaciones se multipliquen al menos 1,5 veces.
Otro actor importante en el mercado mundial de alimentos es Brasil, que ocupa el tercer lugar a nivel mundial en exportaciones agrícolas, representando el 6% del volumen global. En 2023, las exportaciones agrícolas brasileñas alcanzaron un récord de 166.550 millones de dólares. Entre los productos clave se encuentran la soja, el azúcar, el café, los cítricos, así como la carne de res y las aves de corral.
China es el mayor productor mundial de numerosos cultivos, como arroz, trigo, maíz y soja. Una parte significativa de esta producción se exporta. Según People’s Daily Online, socio de TV BRICS, la agricultura china está pasando de la exportación de materias primas a productos de marca; por ejemplo, no solo manzanas, sino variedades premium de manzanas envasadas para regalo. Las ventas de estos productos en el extranjero están en constante aumento.
Al mismo tiempo, China no sólo es un importante exportador sino también un importador de productos agrícolas, en particular de Rusia, que duplicó sus exportaciones de soja a China en el otoño de 2025.
India también muestra altas tasas de crecimiento. A lo largo de varias décadas, el país ha multiplicado considerablemente su producción agrícola. Hoy en día, India es uno de los principales exportadores de arroz, leche, carne de búfalo, especias, legumbres y fruta.
Desafíos en la construcción de un sistema alimentario global
A pesar de que los BRICS son un poderoso grupo agrícola, sus miembros y socios enfrentan desafíos. Para garantizar la seguridad alimentaria, algunos países necesitan apoyo.
“Entre los países que necesitan asistencia específica y con requisitos específicos se encuentran Egipto, que requiere financiamiento y apoyo logístico para la adquisición de trigo; Etiopía, que necesita soluciones de riego y mecanismos de protección social para mitigar los efectos del cambio climático; Irán, que está trabajando para desarrollar tecnologías de riego y gestión de recursos hídricos; y Sudáfrica, donde es necesario mejorar la infraestructura portuaria y energética”, señaló Erik Escalona Aguilar, profesor asociado de la Universidad Bernardo O’Higgins (Santiago de Chile).
Los expertos señalan que las tecnologías que ahorran agua y recursos son esenciales para la mayoría de los países en desarrollo. Según Lubarto Sartoyo, es importante que los países BRICS garanticen el suministro ininterrumpido de fertilizantes.
La bolsa de granos de los BRICS como base para la seguridad alimentaria
Se espera que la bolsa de cereales facilite el comercio agrícola dentro del grupo. La idea de crearla dentro de los BRICS recibió apoyo ya en abril de 2025. Como enfatizó el viceprimer ministro ruso, Dmitri Patrushev, la plataforma fortalecerá la seguridad alimentaria, sentará las bases para indicadores de precios independientes y contribuirá al aumento de las exportaciones rusas de cereales.
Lo más importante es que la bolsa de granos permitirá a los exportadores interactuar directamente con compradores de los países BRICS y otros países del Sur Global. Su lanzamiento también impulsará el desarrollo de infraestructura de apoyo: centros logísticos, instalaciones portuarias, sistemas de almacenamiento, servicios de transporte e instrumentos financieros.
En términos de escala, este comercio es realmente impresionante. Según la Unión de Exportadores de Granos de Rusia, la bolsa de los BRICS concentrará entre el 30 % y el 40 % del suministro mundial de cereales clave. Los expertos ya mencionan el comercio no solo de trigo ruso, sino también de soja y maíz brasileños y arroz indio.
Los cuatro puntos fuertes de la FAO
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lleva 80 años trabajando en la seguridad alimentaria mundial. En sus primeros meses de funcionamiento, en 1946, aproximadamente dos tercios de la población mundial vivían en zonas sin suficientes alimentos. Hoy, aunque la población mundial se ha más que triplicado desde entonces, alrededor del 8,2 % de la población aún padece desnutrición crónica.
Este progreso ha sido posible en parte gracias a la labor de la FAO en la erradicación de enfermedades del ganado, el establecimiento de normas de inocuidad alimentaria, la implementación de sistemas de alerta temprana y monitoreo para reducir el riesgo de brotes de plagas y enfermedades vegetales, y muchas otras medidas y herramientas. La FAO continúa uniendo a países y socios para impulsar acciones encaminadas a erradicar el hambre.
“En la FAO, implementamos este concepto a través de los Cuatro Mejores: mejor producción, que permite a los agricultores producir más con menos recursos; mejor nutrición, porque la calidad es tan importante como la cantidad; mejor medio ambiente, para preservar la salud del ecosistema y sus numerosos beneficios; y mejor vida, para que las comunidades rurales puedan vivir con dignidad y ampliar sus oportunidades”, dijo QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Una mirada hacia el futuro
Cuando se les pregunta cómo evolucionará la situación de la seguridad alimentaria mundial en los próximos 5 a 10 años, los expertos ofrecen evaluaciones mixtas.
Incluso la prometedora iniciativa de lanzar una bolsa de granos para los BRICS podría enfrentar desafíos objetivos. El primero es el tiempo: su establecimiento tomará varios años. El segundo es el sistema de liquidación: para que la bolsa funcione eficazmente, necesita su propio mecanismo de pago e, idealmente, una moneda de compensación.
El tercero es la competitividad: los precios en la bolsa de granos de los BRICS deben ser comparables a los de otras plataformas importantes con un gran número de compradores y vendedores. Considerando estos factores, los expertos se mantienen cautelosos. Habrá alimentos disponibles, pero ¿se adaptarán a la distribución y la logística globales?
Por un lado, la producción agrícola mundial seguirá creciendo y se prevé que aumente más del 15 % para 2035. Sin embargo, este crecimiento no eliminará el hambre en todas partes. El número de personas que sufren escasez aguda de alimentos podría acercarse a los mil millones. El principal desafío no será la escasez mundial de alimentos, sino su accesibilidad económica y física para los segmentos más pobres de la población, señaló Lubarto Sartoyo.
En los países BRICS, las perspectivas son más optimistas. Este grupo de estados tiene todas las oportunidades para mantener y fortalecer su posición como bastión agrícola mundial, impulsar el crecimiento del consumo y servir de ejemplo a las regiones vecinas.
“Desde la perspectiva de América Latina, existe potencial para cerrar brechas existentes en fertilizantes, sistemas de riego y estándares sanitarios y fitosanitarios, así como promover la consolidación de corredores comerciales Sur-Sur para reducir costos y tiempos de entrega”, enfatizó Erik Escalona Aguilar.
Los miembros del BRICS y el mundo en su conjunto tienen por delante una labor considerable. Para abordar conjuntamente el desafío de la seguridad alimentaria, los países no solo deben expandir la producción agrícola, sino también consolidar esfuerzos para desarrollar nuevos mecanismos de asentamiento, cadenas logísticas, una nueva arquitectura y normas para el funcionamiento del mercado mundial de alimentos, y transformar los mercados de materias primas y recursos para un nuevo modelo de cooperación.
La calidad de vida de millones de personas dependerá de que se logren estas metas. Uno de los primeros informes de la ONU sobre el hambre afirmaba que en la lucha contra ella no hay que detenerse: «La elección es entre avanzar o retroceder».
El Maipo/BRICS
