Martes, Octubre 7, 2025

Estrategias de diversificación energética: el triángulo Rusia-China-India y su impacto en los mercados mundiales de materias primas

Compartir:

El triángulo Rusia-China-India ha surgido como una fuerza fundamental en la remodelación de los mercados energéticos mundiales, impulsado por realineamientos geopolíticos e interdependencia económica estratégica.

Por Charles Hayes*

El triángulo Rusia-China-India se ha convertido en una fuerza clave en la reconfiguración de los mercados energéticos globales, impulsado por realineamientos geopolíticos e interdependencia económica estratégica. A medida que las sanciones occidentales y los aranceles estadounidenses tensionan la dinámica comercial tradicional, estas tres naciones están forjando nuevos canales de cooperación energética, lo que genera tanto riesgos como oportunidades para los inversores.

El giro estratégico de la India: de importador de energía a actor de arbitraje global

La estrategia energética de la India ha experimentado una transformación drástica. Para 2025, superó a China como el mayor comprador de petróleo de Rusia, importando casi 2 millones de barriles diarios de crudo Urals con descuento, lo que representa un ahorro estimado de 17 000 millones de dólares anuales. Este cambio no es solo económico, sino también geopolítico: India ha aprovechado su capacidad de refinación para producir diésel y combustible para aviones de alto margen, que exporta a Europa, eludiendo así las sanciones de la UE al petróleo ruso. La adopción de acuerdos comerciales entre rupias y rublos y plataformas basadas en blockchain como BRICS Pay ha aislado aún más este comercio de los sistemas financieros occidentales, lo que ha permitido transacciones transfronterizas por valor de 2 000 millones de dólares en 2025.

Este modelo de arbitraje energético se sustenta en las inversiones de la India en infraestructura. El Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) ha aprobado más de 32 000 millones de dólares en financiación energética desde 2016, apoyando proyectos como el gasoducto Power of Siberia 1 y el primer reactor modular pequeño (SMR) de torio de la India, en colaboración con Rosatom. Estas iniciativas se alinean con el objetivo más amplio de la India de alcanzar 100 GW de capacidad nuclear para 2047, como parte de su misión energética “Viksit Bharat”.

Corredores de infraestructura: INSTC, IMEC y el desafío de las fracturas geopolíticas

El Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) y el Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC) son fundamentales para esta realineación. El INSTC, una ruta multimodal que conecta India con Eurasia a través de Irán, ha reducido los costos comerciales entre un 20 % y un 30 % para socios sin litoral como Asia Central. Mientras tanto, el IMEC pretende evitar el Canal de Suez conectando India con Europa a través de los puertos del Golfo e Israel, lo que podría suponer un ahorro de 5400 millones de dólares anuales en costos de transbordo. Sin embargo, el IMEC se enfrenta a un déficit de financiación de 5000 millones de dólares y a dificultades geopolíticas, como el conflicto entre Israel e Irán y la exclusión de actores regionales clave como Egipto y Turquía.

Los inversores deben sopesar el valor estratégico de estos corredores frente a su fragilidad. Por ejemplo, el gasoducto Power of Siberia 2, que podría suministrar 50 bcm de gas a China anualmente, permanece estancado debido a la presión estadounidense y a las reticencias internas chinas. Por otro lado, el creciente papel de la India en la refinación y reexportación del petróleo ruso la ha convertido en un nodo crucial de las redes energéticas euroasiáticas, con empresas privadas como Reliance y Nayara Energy a la cabeza.

Energía limpia y la transición verde geopolítica

China e India también están acelerando sus inversiones en energía limpia, impulsadas tanto por objetivos climáticos como por la seguridad energética. El gasto de China en energía limpia en 2024 superó los 625 000 millones de dólares, con una capacidad solar y eólica que superó los 1400 GW, seis años antes de su objetivo para 2030. India, por su parte, ha reducido las tarifas solares al 20 % para impulsar la fabricación local y aspira a alcanzar 3,33 GW de capacidad renovable anual para 2025. Estos esfuerzos forman parte de una “trinidad económica” más amplia, en la que la industria manufacturera china, la energía rusa y la infraestructura digital india desafían los sistemas comerciales dominados por el dólar.

Sin embargo, las tensiones comerciales complican esta transición. Los aranceles estadounidenses sobre los productos indios y las exportaciones de energía solar china están obligando a ambos países a diversificar sus mercados. La política “Act East” de India y la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China se solapan cada vez más, y India busca integrarse en la infraestructura de la BRI al tiempo que promueve alternativas como los países de mercados emergentes (PIEM).

Viabilidad financiera y mitigación de riesgos

La viabilidad financiera de estos proyectos depende de la liquidación en moneda local y la financiación multilateral. La colaboración nuclear entre Rusia y la India, por ejemplo, cuenta con el respaldo del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) y la asignación presupuestaria de 200 000 millones de dólares de la India para los SMR. De igual manera, el éxito del INSTC depende de la armonización de las normas técnicas y las tarifas, mientras que el IMEC requiere entre 3 000 y 8 000 millones de dólares por segmento para su puesta en marcha.

Los inversores también deben afrontar los riesgos geopolíticos. Estados Unidos ha impuesto un arancel del 50% a los productos indios para frenar las importaciones de petróleo ruso; sin embargo, el pragmatismo económico de la India ha limitado el impacto. Mientras tanto, la dependencia de Rusia de la India para sus exportaciones energéticas ha reducido su influencia sobre China, que sigue siendo su mayor comprador de crudo, pero no ha conseguido el mismo nivel de reciprocidad estratégica.

Conclusión: Navegando por la nueva geopolítica energética

El triángulo Rusia-China-India está redefiniendo los mercados globales de materias primas, con India emergiendo como un eje central de la diversificación energética. Para los inversores, la clave reside en equilibrar el potencial estratégico de los corredores emergentes con la volatilidad de los cambios geopolíticos. Proyectos como INSTC, IMEC y las empresas nucleares entre India y Rusia ofrecen altos rendimientos, pero requieren una cuidadosa evaluación de riesgos. A medida que el mundo transita hacia un orden energético multipolar, quienes se alineen con la dinámica de este triángulo se encontrarán a la vanguardia de una nueva era en el comercio global.

*Charles Hayes analiza los desarrollos económicos y la política monetaria para ayudar a los lectores a comprender su impacto en el panorama financiero.

El Maipo/BRICS

spot_img

Lo más leido

Más Noticias

A pesar de los 13.610 incendios forestales en septiembre, en la Amazonía brasileña, caen a su nivel más bajo en 25 años

En septiembre de este mismo año se detectaron 13.610 incendios forestales en la Amazonía brasileña, cifra que representa...

Chile, Brasil y Uruguay lideran adopción de IA en Latinoamérica

Chile, Brasil y Uruguay lideran hoy la adopción de IA en Latinoamérica, según el Índice Latinoamericano de Inteligencia...

Brics+ ofrece nuevos horizontes para el comercio agrícola de Sudáfrica

El panorama del comercio mundial se está complicando, y el sector agrícola sudafricano, impulsado por la exportación, está...

Panamá acogerá ‘El XIII Diálogo Regional de Política sobre Licenciamiento y Cumplimiento Ambiental y Social’ en 2026

Victoria H.M. En 2026, Panamá será la sede de un evento clave para la sostenibilidad en América Latina y...