(Roma) La XLIV Conferencia Ministerial de la Organización de Naciones para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que sesiona en esta capital, se centra en iniciativas para enfrentar el desafío de eliminar el hambre mundial, señala hoy un comunicado.
Un reporte publicado por la oficina de prensa de esa institución mundial, destaca las palabras pronunciadas este lunes por el director general de la FAO, Qu Dongyu, en la sesión inaugural del evento, quien instó a evaluar las prioridades en interés de “garantizar alimentos suficientes, nutritivos y asequibles para toda la humanidad”.
Esta edición 44 de esa conferencia, que se extenderá hasta el próximo 4 de julio en la sede de la FAO, “es nuestro momento global: donde la ambición debe coincidir con la estrategia, donde la innovación debe escalar rápidamente y donde la solidaridad debe traducirse en acciones y soluciones tangibles”, apuntó.
En el año 2023, padecían desnutrición en el mundo unos 733 millones de personas, con un estancamiento, en los niveles de hambre que se estabilizaron durante tres años y volvieron a los niveles observados en 2008 y 2009, lo cual significó un retroceso de 15 años, afirmó.
La inseguridad alimentaria sigue siendo generalizada, con alrededor de dos mil 330 millones de personas en riesgo de inseguridad alimentaria moderada o grave en 2023, mientras que, en 2024, 295 millones de personas en 53 países y territorios se enfrentaron a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda.
El enfrentamiento a ese problema se dificulta, dado el hecho de que en 2025 la financiación mundial para el sector alimentario se encuentra por debajo de los niveles registrados hace una década, lo cual ocurre “cuando la inseguridad alimentaria aguda se ha duplicado”.
Como parte de las acciones, en 2023 se llegó a casi 57 millones de personas con asistencia agrícola de emergencia, y en 2024, a pesar de la reducción de la financiación, se apoyó a 42,5 millones de personas en 75 países, con el objetivo de ayudar a las comunidades a recuperarse y de esa forma salvar vidas.
La gravedad de la situación se evidencia ante el hecho de que “el progreso mundial está desfasado y, al ritmo actual, para 2030 el número de personas con desnutrición crónica podría rondar los 582 millones”, lo que “pone de relieve que el mundo está muy lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2, de Hambre Cero”.
“Nos enfrentamos a crisis interconectadas que exigen soluciones interconectadas”, dijo el alto funcionario, quien enfatizó a los asistentes al foro que “la mirada de miles de millones de personas que dependen de sistemas agroalimentarios eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles está puesta en nosotros”.
La FAO se mantiene firme en su compromiso con la optimización de los recursos de capital, tanto físicos como intangibles, y en la eficiencia operativa, para garantizar que los recursos se asignen de manera eficiente y eficaz, subrayó.
De acuerdo con el mandato de la FAO, “seguimos centrándonos en abordar el hambre y la malnutrición impulsando políticas y acciones eficaces en los sistemas agroalimentarios para promover una alimentación saludable para todos”, agregó el director general de esa organización.
El Maipo/PL