(Brasilia) El presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que si Estados Unidos grava los productos de Brasil, tendrá reciprocidad de medida.
«Si se gravan los productos brasileños, habrá reciprocidad en Brasil en el impuesto a los productos que son importados de Estados Unidos», aseguró Lula ante periodistas.
Tal declaración afloró tras la situación que involucra a Colombia, que se negó a recibir deportados procedentes de Estados Unidos y provocó fricción entre los dos países.
En represalia, el mandatario estadounidense, Donald Trump, manifestó que impondría un impuesto del 25 por ciento a las mercancías procedentes del país latinoamericano.
Después del roce, Bogotá aceptó recibir los vuelos.
Más tarde, la Casa Blanca anunció en un comunicado que suspendería la aplicación de los aranceles adicionales y otras sanciones anunciadas por Trump.
Al respecto, Lula declaró que «solo (el republicano) tiene que respetar la soberanía de otros países. Fue elegido para gobernar Estados Unidos. Otros presidentes elegidos para gobernar con otros países», refirió.
Cuestionó la decisión de Washington de retirarse del Acuerdo de París y de la Organización Mundial de la Salud, más aún cuando el gigante sudamericano acogerá en noviembre la Conferencia del Clima de Naciones Unidas (COP30).
Estimó que tal determinación constituye un «retroceso para la civilización humana».
Medios locales aseguran que el líder progresista busca establecer una relación pragmática con Trump, especialmente en cuestiones ambientales.
Lula se reunió el martes con ministros, representantes de la Fuerza Aérea Brasileña y la Policía Federal para tratar la deportación de ciudadanos brasileños por Estados Unidos, que causó tirantez entre los dos países.
Sin embargo, la orientación dentro del Gobierno fue no crear fricción con el recién investido presidente de la nación norteña.
«Quiero respetar a Estados Unidos y que Trump respete a Brasil», insistió el gobernante brasileño, a quien no le preocupa si Trump «quiere pelear por Groenlandia, el Golfo de México o el Canal de Panamá, él solo tiene que respetar la soberanía de los otros países», subrayó.
Realizado en el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo en Brasilia, el encuentro de Lula se celebró después de la llegada a Manaos, capital del norteño estado de Amazonas, de un grupo de 88 brasileños deportados, transportados esposados y encadenados.
El Maipo/PL
