La eurozona afronta elevadas vulnerabilidades financieras en un entorno de frágil crecimiento económico, unido a las preocupaciones por las perspectivas del comercio mundial y la dinámica geopolítica, reafirmó hoy Banco Central Europeo (BCE).
La incertidumbre política, la debilidad de los fundamentos fiscales en algunos países y la atonía del crecimiento potencial hacen temer por la sostenibilidad de la deuda soberana, ejemplifica el informe presentado este miércoles.
Según explicó el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, las perspectivas para la estabilidad financiera se ven ensombrecidas por el aumento de la incertidumbre macrofinanciera y geopolítica, junto con la creciente incertidumbre en materia de política comercial.
Hasta ahora, estimó el estudio, los mercados financieros dieron muestras de resistencia, pero no hay lugar para la complacencia: las vulnerabilidades subyacentes hacen que los mercados de renta variable y de crédito empresarial sean propensos a una mayor volatilidad.
Pese al descenso de los ratios deuda soberana/PIB (Producto Interno Bruto), los fundamentos fiscales siguen siendo débiles en algunos países de la zona del euro.
Los costos del servicio de la deuda soberana también podrían seguir aumentado a medida que la deuda que vence se renueve a tipos de interés superiores a los de la deuda pendiente, vaticinó el BCE.
Los niveles de deuda y los altos déficits presupuestarios, junto con el débil potencial de crecimiento a largo plazo y la incertidumbre política, acrecientan el riesgo de que las desviaciones presupuestarias reaviven la preocupación del mercado por la sostenibilidad de la deuda soberana, redondeó.
En opinión del BCE, el encarecimiento del endeudamiento y las débiles perspectivas de crecimiento también lastran los balances de las empresas de la eurozona, las cuales registran un descenso de los beneficios debido a los elevados pagos de intereses.
Asimismo, las perspectivas de los mercados inmobiliarios son desiguales, con una estabilización de los precios de los inmuebles residenciales, mientras que los mercados inmobiliarios comerciales siguen sometidos a tensiones debido a los retos que plantean el trabajo a distancia y el comercio electrónico.
Aunque el incremento general de los riesgos de crédito ha sido hasta ahora gradual, las pequeñas y medianas empresas y los hogares con menores ingresos podrían sufrir tensiones si el crecimiento se ralentiza más de lo previsto actualmente, agregó el análisis.
Cuando nos referimos a la incertidumbre política, precisó Guindos, nos referimos principalmente al futuro del comercio y a las posibles distorsiones comerciales que podrían producirse en el mundo y, simultáneamente, a la evolución de las políticas fiscales.
El Maipo/PL