Washington, 10 agosto. En lo que va de agosto la Organización Panamericana de la Salud (OPS) llamó a los países de las Américas a reforzar la vigilancia y control sanitario sobre tres virus: mpox, Oropouche y dengue.
Este viernes el organismo instó a mantenerse vigilantes ante la posible introducción en la región de una nueva variante de mpox (como se denomina la viruela símica) detectada en África Subsahariana.
El llamado llega en momentos en que circula la variante del clado I del virus de la viruela símica (MPXV) en la región africana —mayormente en la República Democrática del Congo—, la cual se asocia a una transmisión sostenida y a la ocurrencia de casos en un mayor rango de edades, incluyendo a menores.
Desde principios de 2022 hasta el 1 de julio de 2024 en las Américas se notificaron 62 mil 572 casos de viruela símica, incluidas 141 defunciones en 31 países y territorios.
La vigilancia genómica identificó al clado IIb en todos los casos analizados, el cual sigue siendo el único detectado hasta la fecha en esta zona.
Mpox es una enfermedad viral causada por el virus de la viruela del mono, una especie del género orthopoxvirus, cuyos síntomas comunes son erupción cutánea o lesiones en las mucosas que pueden durar de dos a cuatro semanas, fiebre, dolores de cabeza, musculares y de espalda, poca energía y ganglios linfáticos inflamados.
Dicho virus puede transmitirse a través del contacto físico con alguien enfermo, con materiales contaminados o con animales infectados.
Días antes una alerta epidemiológica emitida por la OPS puso la mirada en el Oropouche, virus antes concentrado en la región amazónica, pero que actualmente se ha extendido a países que carecían de incidencias reportadas, como Bolivia y Cuba, debido, esencialmente, a factores como el cambio climático, la deforestación y la urbanización no planificada.
Desde inicios de enero hasta finales de julio de 2024 se notificaron ocho mil 78 casos confirmados de este arbovirus (transmitido por mosquitos) en la región, con dos defunciones ocurridas en Brasil, nación que también reportó la investigación de casos de transmisión de la enfermedad de mujeres embarazadas al feto.
Los contagios notificados están distribuidos en cinco países: Bolivia (356 casos), Brasil (siete mil 284), Colombia (74), Cuba (74) y Perú (290).
Expertos destacan que aunque la fiebre de Oropouche se ha descrito históricamente como leve, la expansión de la transmisión y la detección de casos más graves subrayan la necesidad de una mayor vigilancia y caracterización de posibles manifestaciones más severas.
Los síntomas incluyen fiebre repentina, dolor de cabeza intenso, y en las articulaciones y músculos, y, en algunos casos, exantema, fotofobia, diplopía (visión doble), náuseas, vómitos y diarrea, por un periodo de cinco a siete días.
En la mayoría de los casos no deja secuelas, aunque pueden presentarse complicaciones graves con meningitis aséptica.
Sin embargo, debido a que la presentación clínica del Oropouche es similar a la de otras infecciones arbovirales (como el dengue) y a la falta de una vigilancia sistemática en muchos países, existe la posibilidad de que los sistemas de vigilancia subestimen la frecuencia de la enfermedad.
En tanto, el pasado jueves la OPS informó que redobló la ayuda a Centroamérica para enfrentar un incremento del 98 por ciento en los casos de dengue este año en comparación con 2023.
Estadísticas del organismo dan cuenta de que a nivel de las Américas, 2024 se ha convertido en un año récord, con más de 11 millones de casos reportados y más de cinco mil 900 muertes relacionadas.
En respuesta a esta epidemia, la OPS desplegó una serie de medidas estratégicas, entre ellas, la implementación de un plan integral que abarca capacitaciones en gestión, diagnóstico, manejo clínico y control de vectores.
Esta iniciativa incluyó la actualización de protocolos y la provisión de reactivos para mejorar la vigilancia epidemiológica y en laboratorios, además de la creación de una sala de situación accesible en todo momento para los equipos técnicos de los países centroamericanos, lo que apoya la toma de decisiones en prevención y control.
El dengue, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, es una enfermedad que afecta a personas de todas las edades, con síntomas que varían entre una fiebre leve a una incapacitante, acompañado de dolor intenso de cabeza, dolor detrás de los ojos, en músculos y articulaciones, y eritema.
Este padecimiento puede progresar a formas graves, caracterizada principalmente por choque, dificultad respiratoria y daño de órganos.
Fuente: El Maipo/PL