Chile conmemora hoy el Día Nacional de los Pueblos Originarios, en coincidencia con el solsticio de invierno que marca el inicio oficial de esta temporada en el hemisferio sur del planeta.
El evento astronómico tiene una gran influencia cultural en las comunidades ancestrales del país, para las que el día más corto, o la noche más prolongada del año, simbolizan el renacimiento de la vida y la preparación hacia un nuevo ciclo.
Por esta razón, desde 2021 el gobierno chileno decretó que la efeméride coincida siempre con esa jornada, la cual suele moverse entre el 20 y el 23 de junio de cada año.
El pueblo aymara, que habita en la zona más al norte del país, en Arica y Parinacota, celebra el Machaq Mara, o comienzo de un nuevo ciclo, a partir de los primeros rayos del sol del 21 de junio, los cuales son recibidos con coloridas danzas.
Las comunidades mapuche, las más numerosas de Chile, conmemoran el We Tripantu, o Año Nuevo, festividad que se prolonga entre los días 21 y 24 de junio y consiste en bailes, ofrendas de comida y baños en cascadas y ríos para borrar todo lo malo del período anterior.
Por las noches encienden fogatas que simbolizan el fuego de la vida para los 12 meses venideros.
En el extremo sur del territorio, los selknam, pueblo considerado extinto y que apenas en 2022 se declaró oficialmente su existencia, estima que el canto de la lechuza anuncia el retiro del otoño y el arribo del frío.
Durante una quincena se reúnen alrededor del fuego y las mujeres bailan y cantan, pidiendo a esa ave que no traiga tanta nieve hasta el retorno de las ballenas en el mar, cuando se marca la llegada de la primavera.
El solsticio de invierno ocurre cuando el sol alcanza su punto más bajo en el cielo, las sombras son más grandes, las horas de luz más cortas y de ahí en adelante el astro rey comienza a subir nuevamente, dijo el astrónomo José Utreras al portal de la Universidad de Chile.
Para Chile eso ocurrirá a partir del momento en que, este jueves, los relojes marquen exactamente 10 minutos antes de las 17:00 horas.
Desde el punto de vista científico, es el día ideal para observar objetos celestes difíciles de avistar el resto del año y en el sur existe la ventaja de apreciar la Vía Láctea en su máximo esplendor, afirmó Bernardita Ried, aspirante al doctorado en Física.
Fuente: El Maipo/PL