(Brasilia) Cual acuerdo técnico entre cuatro economías distantes, Brasil, India, Italia y Japón presentaron hoy una alianza energética para cuadruplicar la producción y el consumo de combustibles sostenibles antes de 2035, y reducir la dependencia del petróleo.
Presentada aquí durante una reunión ministerial preparatoria para la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30), la iniciativa busca acelerar la descarbonización del transporte aéreo y marítimo, así como sumar apoyos de otras naciones antes del foro que se celebrará en noviembre en Belém, en pleno corazón de la Amazonia.
Resulta un compromiso que Brasil lanza oficialmente este martes «junto con Italia, Japón e India para apoyar la cuadruplicación de los combustibles sostenibles respecto a los niveles de 2024», explicó João Marcos Paes, director del Departamento de Energía de la Cancillería brasileña.
«Esperamos un buen número de adhesiones de aquí a la COP30», añadió el diplomático, al destacar el interés de varios países europeos.
Los combustibles sostenibles que incluyen biocombustibles, hidrógeno verde y compuestos sintéticos se perfilan como la alternativa viable para los llamados sectores de difícil descarbonización, como la aviación, el transporte marítimo y la industria pesada.
«Aumentar su producción puede ser muy eficaz a corto y mediano plazo para mitigar el calentamiento global», certificó Paes.
Desde la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), su director general Francesco La Camera celebró la iniciativa. «Es algo que nos encanta escuchar», apuntó, aunque advirtió sobre los riesgos ecológicos de expandir cultivos destinados a biocombustibles.
El combustible sostenible también debe ser sostenible desde el punto de vista del uso de la tierra, alegó.
Tal anuncio retoma el mandato adoptado en la COP28, cuando los países acordaron una «transición ordenada y justa hacia la salida de los combustibles fósiles».
Sin embargo, el reto que se avecina es doble, pues se pretende garantizar volúmenes de producción suficientes y evitar que la nueva economía verde repita los errores del modelo llamado extractivista.
De cara a la COP30, Brasil se proyecta como mediador entre el Norte y el Sur, en un intento por convertir su liderazgo diplomático y matriz energética renovable en una plataforma para el consenso.
En Belém, capital del norteño estado de Pará, se espera que el tema de los carburantes sostenibles concentre buena parte de la atención.
Allí el mundo debatirá cómo dejar atrás el siglo del petróleo y encender definitivamente la llama del combustible verde.
El Maipo/PL